Los roles del Ministerio Público y la Judicatura en la república Dominicana siguen entrampados en altos niveles de irregularidades y desidia que fortalecen, en vez de disminuir, una percepción negativa sobre la justicia dominicana.
De más en más, caso tras caso y expediente tras expediente, la impresión generalizada es que la justicia dominicana es un caos, que mantiene el viejo sello de mercado persa donde, en lugar de hacerse justicia, se trafica con ella.
El descrédito es mayúsculo, no obstante se le pueda reconocer algunos que otros avances a la impartición de justicia y al sistema mismo en la nación.
Hasta cuando? es lo que todo ciudadano y ciudadana cuestiona, pregunta...
Cuánto podrá resistir el país el desastre que se advierte entre jueces, fiscales, procuradores, abogados, carceleros e incluso presidiarios condenados y preventivos.
Qué hace falta para que de una buena vez se definan políticas y se establezcan, de cara a la ciudadanía, los planes correctivos ante una justicia que ya no asombra cuando a su balanza se suma un nuevo caso doloso.
Basta ya de tanto asco en la justicia de la república Dominicana!
Salvador Sánchez
Director