Es evidente que estamos ante un profundo déficit en la comunicación del gobierno, en la vocería del presidente, en la necesaria fluidez, confianza y vínculo que se deriva de esta labor para con la nación dominicana, con los dominicanos.
Sin lugar a dudas que la actual vocera del presidente, del gobierno, Milagros Germán es buena comunicadora, con historia en la comunicación y esa valoración no depende de su actual cargo, que su historia en los medios y su calidad mostrada en distintos escenarios de estos, no esta supeditada a un puesto que ocupa por decisión del Poder Ejecutivo.
Cierto es que se precisan de condiciones particulares o especialidades y formación políticas y periodísticas para el cargo de vocero de la presidencia y/o del gobierno, y a ella esas le faltan en su experiencia.
Más allá de las diferencias que se puedan tener con el presidente Luis Abinader o con el partido oficial Partido Revolucionario Moderno, PRM, o con cualquier funcionario, enfrentamos como país, y asi mismo el mundo, una realidad que supera todo eso: Una pandemia y una crisis económica que nos atañe a todos, en todas partes.
Frente a esta desgracia que abate al mundo, frente a esta realidad económica y de salud, critica, se precisa deponer diferencias y aunar esfuerzos en una Unidad en la Diversidad, que no implica ceder en lo que se piensa, pero si respaldar lo que convenga como Nación, ante una situación que nos supera.
Entonces pues, vale la pena preguntar y valorar si conviene al país tener en la vocería de un presidente, que a todas luces indica tener buenas intenciones, y un gobierno que enfrenta uno de los mayores reto de gobierno alguno en nuestra historia, el tener un déficit mayúsculo en la comunicación. Nos conviene a los dominicanos eso?
...entendemos que esa situación a nadie, a ninguno, ni al presidente, ni al gobierno, ni a la oposición, ni a ningún dominicano con dos dedos de frente y amante de su Patria le conviene...
Por lo anterior creemos que lejos de hacer trizas con los errores de Milagros Germán, debemos aupar la corrección de estos. Ella debe intentar retomar la confianza en sí misma, y si cree que lo puede hacer bien, contar con todos, y si no, hacer un favor al presidente, al gobierno y al país.
Pero en medio de esta turbulencia no conviene a la Nación Dominicana, a los dominicanos, no contar de forma precisa con la mejor comunicación entre gobernantes y gobernados.
Salvador Sánchez
Director