¡Pasaron las elecciones!, ahora a pensar, organizar ideas y trabajar
Hoy hablaré de dos términos que siempre me han interesados, aunque no he podido masificarlos, con la idea de que socialmente sean aprovechados por la mayoría de los munícipes, especialmente de los poblados con más necesidades, por lo menos espero en esta ocasión pueda ser escuchado.
Me refiero a la EXPERIENCIA y la LOGICA.
La experiencia la defino “como una forma de conocimiento o habilidad derivados de la observación, de la vivencia de uno o varios eventos o proveniente de las cosas que suceden en la cotidianidad”.
Mientras que la Lógica “es el pensamiento normal, que supone una concatenación de ideas correctas mediante pasos que se pueden justificar”.
Después de cada proceso electoral, me he acostumbrado a escribir artículos que eduquen o por lo menos traten de orientar a los munícipes, como dije anteriormente más empobrecidos.
Aunque esto ha sido difícil, ya que la experiencia nos ha indicado durante casi cuatro décadas de ejercicio democrático una repetición como si se tratase de una fotocopia de alta calidad, la cual sirve para señalarnos que hemos observados durante mucho tiempo que los dominicanos y dominicanas actuamos siempre de la misma manera, en lo relativo a los procesos electorales.
Si la Lógica es la que supone de ideas correctas mediante pasos que se pueden justificar, entonces, es válido decir, que muchos dominicanos no hemos aprendido el valor de la emisión de nuestro voto.
No me refiero por cual partido votar o no, es más que eso, va relacionado íntimamente a los candidatos ya sean senadores, diputados, síndicos y regidores, los cuáles en una gran mayoría después de pasado el proceso electoral se alzan con el santo y la limosna, dejando “enganchado” no solamente dirigentes que le apoyaron incondicionalmente, también a muchas personas las cuales motivadas por tantas mentiras convertidas en “verdades” fueron a votar temprano.
Tanto la experiencia como la lógica me dice, que este será un largo feriado con ausencia de los ganadores, los cuales tendrán un ausentismo en las comunidades donde permanecieron y lograron en muchos casos comprar votos y en otros engañar con promesas de lo que harían si llegaban a una curul.
La Biblia es clara en el sentido de las culpabilidades, es decir, el que esté libre de compra o de engaños, que trabaje a favor de los que dieron sus votos, para que dentro de seis años, esos electores tengan el mismo interés en seguir apoyándolo.
De parte de los candidatos la experiencia y la lógica me dicen que normalmente siguen el mismo patrón, como si se tratase de un aprendizaje con los mismos profesores y peor aún, con los mismos libros. Con esto quiero decir, qué después de ganado un proceso, la ausencia de estos políticos se prolonga durante todo el tiempo, hasta que se vuelve otra vez a entrar en campaña electoral final ¡Así es!. Así cómo lo he dicho, campaña final.
Esto se debe lógicamente a varias razones, para mi, las más importantes, es la permanencia de un sistema social anacrónico, que ha permitido que todo aquel que tienes dinero ganado no con mucho sudor, busque una candidatura para adueñarse de una curul, y de esa manera, tener vigencia social, que de otra manera sería imposible.
Por otro lado, está la culpa de muchos electores, que aunque se presume que muchas veces es obligada, por la misma manera de operar de los candidatos, que se van y no vuelven más, provocando esto, que los electores, digan, ¡dame lo mío ahora, porque se que no te volveré a ver más!.
Sea cual sea la situación, la verdad es, que muchos candidatos y muchos electores, siguen jugando a un estilo fallido, que no conducirá a nada productivo, que no sea solamente el enriquecimiento de un grupo que “gana candidaturas”, y la perdida de hasta la fe de otro grupo de electores que se siente traicionado después de cada proceso electoral.
Si hacemos uso de nuestras experiencias individuales y luego una exposición colectiva, entenderíamos cosas que posiblemente nos harían visualizar las situaciones especialmente en nuestras comunidades de otra manera, seguro estamos que los resultados serían colectivamente más positivos.
De la misma manera, si analizamos todo lo sucedido después de cada proceso electoral en la Republica Dominicana, la lógica nos indica que debemos aprovechar este largo espacio de seis años de los cuales unos cinco años y seis meses serán sin la presencia de la mayoría de los candidatos electos.
Debemos diseñar nuestras propias logísticas, para afrontar el día a día, sin dejar de ver hacia el horizonte. Con fuerza, voluntad, organización, trabajo, y muy especialmente usando nuestras experiencias y la lógica. Busquemos nuestras victorias, nuestras mejorías, y guardemos facturas, para dentro de cinco años cuando regresen presentarlas a los burlones y endosarlas a favor de los que no nos olvidaron.
Laddy Cortorreal
Director de Red Poder Comunitario
www.redpodercomunitario.org
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