Olmedo Pineda
La Soberanía Nacional dominicana
Me siento profundamente identificado con la preocupación externada a los medios de comunicación del país, por el ministro de las Fuerzas Armadas, teniente general Joaquín Virgilio Pérez Feliz, en torno a la amenaza que se cierne en contra de la nación dominicana, no solo por las drogas sino también por la invasión pacifica de los haitianos que hemos venidos denunciando constantemente.
Hay que aplicar las reglas migratorias como las aplican los países organizados y combatir el flagelo de las drogas sin contemplación.
“Los militares nos fortalecemos cada día, con nuestro entrenamiento para enfrentar las nuevas amenazas que se ciernen sobre la nación, cumpliendo así con nuestro sagrado designio constitucional de defender el país y nuestros intereses como ciudadanos de una República soberana”, (Teniente general Joaquín Virgilio Pérez Feliz).
Quiero sumarme a las voces que preocupados los acontecimientos y pronunciamientos que vienen haciendo organismos de presión internacional realizan sobre nuestro país, un Estado auténticamente de régimen democrático. Libre y soberano.
Según marchan los acontecimientos de la humanidad las grandes potencias económicas mundiales tratan de repartirse el hemisferio acorde con los intereses de cada Continente.
Recuerdo muy bien que para los años 1970 los grupos de izquierda dominicana y de otros países denunciaban la intromisión de las grandes potencias mundiales sobre los países tercermundistas, que tenían en sus agendas planes para cambiar la forma de vestir, baile, alimentación y cultura en general y las buenas costumbres de las naciones que por ellos mismos habían empobrecido.
Por tanto como dominicano preocupado por el destino de nuestra patria querida Republica Dominicana traigo a colación unos de los idearios de los fundadores de nuestra nacionalidad dominicana el patricio Juan Pablo Duarte, cuando dice:
“Nunca me fue tan necesario como hoy el tener salud, corazón y juicio; hoy que hombres sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la Patria”. Juan Pablo Duarte.
“Los enemigos de la Patria, por consiguiente nuestros, están todos muy acordes en estas ideas: destruir la Nacionalidad aunque para ello sea preciso aniquilar la nación entera”.
"Aún hay patria". "Viva la República Dominicana".