Eli Heiliger
Una escapada a la francesa
El francés Pascal Fauret, arrestado junto a otros dos hombres en el aeropuerto de Punta Cana en marzo de 2013 por posesión de droga, da una rueda de prensa junto a sus abogados Jean Reinhart (2-i) y Eric Dupond-Moretti (i) en París, Francia.
El francés Pascal Fauret , arrestado junto a otros dos hombres en el aeropuerto de Punta Cana en marzo de 2013 por posesión de droga, da una rueda de prensa junto a sus abogados Jean Reinhart y Eric Dupond-Moretti en París, Francia.
Lo que nos faltaba: un comando integrado por exmilitares franceses penetra al territorio nacional, viola la soberanía y saca del país a dos pilotos condenados a 20 años de prisión por narcotráfico y los organismos de seguridad se enteran a través de la prensa.
Lo que es peor, esos organismos de seguridad, siempre eficientes cuando se trata de un ladrón de salchichón, bajan la guardia ante los pejes gordos, solo así se explica la escapada, para huir de la justicia, de esos dos ciudadanos, que no tenían ningún tipo de vigilancia.
Las autoridades nacionales deben explicar cómo escaparon Pascal Jean Fauret y Bruno Odos y más aún si hubo algún tipo de complicidad con dominicanos.
La presencia en el país, sin autorización de las autoridades, de exmilitares franceses para liberar a excompañeros, es una violación a la soberanía nacional y fortalece la creencia de que aquí cualquiera hace lo que le da la gana.
Algo que ha puesto a prueba este nuevo escándalo es si realmente nuestros servicios de seguridad están aptos para defender la nación. Otra vez somos el hazme reír en el mundo entero.
Así como penetraron al país clandestinamente exmilitares franceses, pudieron haber ingresados terroristas, dotados hasta de armas bacteriológicas y cometer cualquier atentado contra intereses dominicanos u otras naciones.
La justicia que nos gastamos le concede la libertad a unos implicados en el tráfico de 700 kilos de cocaína, pero mantiene tras las rejas a miles de presos preventivos solo por hurtar un pollo o un pedazo de salchichón.
Esta semana nos toca comer “escapada a la francesa”, que hace buen maridaje con un vino de Burdeos, cuando todavía no hemos terminado digerir el plato fuerte de la OISOE, pero si nos produce perpejía lo mejor es recurrir al remedio de los sureños: barrernos con una escoba untada de ceniza tibia.