Santiago de Chile, 5 nov (Prensa Latina) Serios incidentes ocurrieron durante el llamado Súper Lunes de protestas en Chile, en el cual nuevamente cientos de personas salieron a las calles pacíficamente y fueron reprimidas de manera violenta por fuerzas de Carabineros.

Entre los hechos más graves ocurridos en esta capital, redes sociales dieron cuenta que dos personas, una en la avenida Bilbao y otra en la Alameda, fueron atropelladas de forma brutal por carros policiales, que no les brindaron ayuda, y debieron ser trasladadas en estado grave a centros hospitalarios.

Asimismo medios televisivos reportaron que varios centros de salud se vieron sobrepasados por la llegada de personas con diferentes lesiones, entre ellas, numerosas con heridas de perdigones en el rostro, hecho que se repite constantemente en las manifestaciones y que ha sido denunciado por organizaciones de derechos humanos.

Incluso un vendedor ambulante que se encontraba en el parque Bustamente, cerca de la plaza Italia, y que no participaba en las manifestaciones, fue herido en la cabeza con un proyectil lanzado por carabineros y se encuentra en coma inducido en la llamada Posta Central. La familia no descarta establecer una demanda contra la policía.

Numerosas organizaciones han señalado que la cantidad de lesionados es prácticamente indefinible, puesto que muchas personas prefieren no acudir a los centros de salud a atenderse, por temor a ser detenidas por las autoridades.

Como ha ocurrido también reiteradamente, grupos de encapuchados, descolgados de las manifestaciones pacíficas, cometieron numerosos desmanes, como resultado de los cuales en las cercanías de la plaza Baquedano, dos carabineras resultaron con quemaduras al recibir el impacto de una bomba molotov lanzada por esos elementos.

A diferencia de la violencia contra la población que se expresa pacíficamente, el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, salió rápidamente a condenar el ataque a las carabineras y dijo que 'vamos a hacer todo lo posible para que (estos hechos) se sancionen y no queden impunes. Son hechos de una violencia que son inaceptables'.

Según dijo Blumel a los medios, desde que comenzó el estallido social, son más de nueve mil los detenidos y 500 personas se encuentran en prisión preventiva.

Asimismo, encapuchados asaltaron un hotel en las cercanías de la Plaza Baquedano y la sede central de la Universidad Católica, en la Alameda, sin que en esos momentos intervinieran fuerzas policiales, que solo lo hicieron posteriormente.

En cambio, carros policiales lanzando fuertes chorros de agua y gran cantidad de gases lacrimógenos arremetieron una y otra vez contra los manifestantes pacíficos de la plaza Baquedano desde que comenzaron a congregarse las personas en la explanada.

El Súper Lunes transcurrió en esta capital con numerosas manifestaciones desde la mañana para exigir una Asamblea Constituyente y medidas que pongan freno a las profundas desigualdades existentes en Chile.

Durante la jornada, la premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú entregó en el palacio de La Moneda una carta dirigida al presidente Sebastián Piñera en la que denunció las violaciones sistemáticas y flagrantes de los derechos humanos en Chile.

La misiva advierte que esas violaciones no han ocurrido solo en las últimas semanas, sino también mucho antes, sobre todo contra estudiantes, sindicalistas y comunidades indígenas.