Bajo la lluvia y alta presencia policial-militar se exigió en el Parque Anacaona: aquí no lo queremos!
Santo Domingo, RD.- 12 octubre, 5 pm, el parque Anacaona estaba nublado de policías, efectivos de la Fuerza Aérea y Politur, apostados para proteger la indigna estatua del colonizador Cristóbal Colón, temiendo le pasase lo que le pasó hoy en Guatemala y en tantos países más, el ambiente era temible y lluvioso, más el digno compromiso de hacer homenaje la resistencia de los pueblos originarios hizo que la Parada Anti-Colonial Aquí No Lo Queremos tuviera una excelente asistencia.
Organizadores también ponían a un lado las continuas amenazas que durante
todos éstos días se habían recibido en las diversas páginas en redes de
organizadores por parte de intolerantes fascistas. En la fauna del parque
Anacaona no faltaban los fascistas nazionalistas, amenazando, incidentando y
diciendo que la actividad era realizada por fusionistas pro haitianos y gente de
la LGBTI.
Ante la negativa policial de permitir acercarse a la estatua, “Aquí no lo
queremos” inició invitando a participantes a hacer un círculo, tal cual lo
harían los pueblos originarios, tal cual eran sus bohíos, redondos, y el poeta
Glaem Parls tocaba el mayohucan acompañado de un flautista, y recreaban la
música originaria.
Llovía, la artista norteamericana-dominicana Jehdy Vargas perteneciente al
colectivo Strike Moma, presentó el performance “Descoloniza tú cabeza” y
para ello usó dos grandes telas, en una tenía dibujada la estatua sin cabeza del
colonizador y Anacaona con cabeza en mano, en otra tela llevaba escrito
“Colón Violador”, y fueron gritándolo como asesino, violador, ladrón,
colonizador… y demás participantes lo repetían, luego tomó un frasco con
sangre de su propia menstruación, y buscando, precisamente en el lugar en
donde algunos cronistas afirman que ocurrió la “Matanza de Jaragua”, explotando el frasco,
sobre la imagen de la estatua de colonizador, derramar su sangre como la
propia sangre de los taínos que murieron luchando por la libertad.
Llovía a cántaros, aunque se tenía prevista una lectura colectiva del
documento, que incluyera la tradicional palabras de la antropóloga e
integrante de Guabancex Viento y Agua, Fátima Portorreal, la lectura fue
realizada sólo por Maribel Núñez, y del público, el artista Yi-yoh Robles y
otro de los participantes.
La música del mayohucan y la flauta nunca la paró la lluvia, a continuación
siguiendo el ritual de los pueblos originarios que compartían mabí y maní, a
los participantes que la lluvia no había alejado, se le compartió ambos
productos como una muestra del legado cultural de los pueblos originarios a lo
que es hoy el pueblo dominicano.
Se exigió sacar al colonizador del Parque Anacaona, que se descontinúe el
culto a los verdugos como el nombrado “pacificador”, el Ovando que llena de
indignidad la Plaza que debería llamarse Caonabo o Guarocuya, y no del país,
que debería estar indemnizando a toda Abya Yala por el daño de la
colonización que incluyó el genocidio del pueblo originario y de toda la
población que esclavizó secuestrada desde mamá África.
A continuación lo leído:
Manifiesto 12 de octubre, NADA QUE CELEBRAR:
Aquí en el Parque Anacaona NO LO QUEREMOS!
12 de octubre, la memoria, la composición del genoma del cuerpo social que
somos, también como sociedad cultural, adquiere mayor sentido, un día como
hoy 529 años atrás hubo una invasión del hombre blanco europeo, el que se
creía superior y representó un parte aguas para los pueblos originarios de ésta
isla isla (Bohío, Babeque o Haití) y para todos los pueblos de Abya y años
más tardes para el pueblo de mamá África, conocieron el irrespeto, la
explotación, el racismo, la animalización, la esclavitud; defendiendo su
humanidad, dignidad y su territorio alcanzaron hasta la muerte…
Reafirmamos que hubo resistencia, que en su totalidad nunca fueron vencidos,
exterminados y que jamás serán olvidados, reafirmamos que nuestra
presencia, es resistencia.
La conmemoración del 12 de octubre como el Día de la Raza, por parte de un
Estado colonial que da continuidad, a un lenguaje de exclusión, ocultamiento
y valorización de la cultura hispana invasora, nos dice claramente que
tenemos la necesidad de descolonizar la memoria para descolonizar a la
sociedad, de quitar monumentos en las plazas y ciudades, además de eliminar
las narraciones racistas, xenófobas y discriminatorias con que se redactan los
libros de textos escolares.
Se va descolonizando mientras se cambian los nombres a la plaza España por
Plaza Caonabo o Guarocuya y al parque Colón por Parque Anacaona, se
retiran las injustas estatuas: la del sanguinario comendador Nicolás de
Ovando, y la del invasor Cristóbal Colón. Se descoloniza elevando la histórica
y digna Anacaona, colocándola en lo alto, para que no esté jamás avasallada, a
los pies del opresor.
Descolonizamos cuando conmemoramos el 12 de octubre como “día de la
resistencia de los pueblos originarios” y no como “Día de la Raza”, “de la
hispanidad”, o “encuentro de las culturas”. Descolonizamos cuando la historia
se cuenta desde el punto de vista de los oprimidos y se deja de referenciar la
hispanidad como un buen legado y se narra sobre el genocidio e invasión.
Cuando la resistencia se plasma como un continuum hasta descolocar los
imaginarios y los procesos de dominación estatal.
Los pueblos originarios arahuacos y africanos son participe de lenguajes y
acciones que manifiestan resistencia y presencia viva en la cultura isleña.
Articulan caminos, promueven diálogos, construyen y recrean identidades,
porque no estamos entumecidos de soledad, ni perdidos, olvidados o
aniquilados. Formamos parte de un contingente de hombres y mujeres que
saben, hacen y construyen futuro. Levantamos nuestras manos, recordamos,
recuperamos y resistimos a las voces académicas, instituciones coloniales y
personajes canallescos que defiende a un grupo, élite que se considera blanca,
y única heredera de privilegios. Resistimos contra un modelo civilizatorio que
se impuso brutalmente, contando con la soldadesca y gobernantes castellanos,
un 12 de octubre de 1492.
Estamos aquí para reclamar a los “escépticos”, intelectuales, gobernantes y a
la oligarquía, que nosotros/as estamos vivos (vives) que abrimos “la boca”
nombrando esperanza y exigiendo respuestas sobre los robos al erario público;
reclamando: respeto a la naturaleza, a la soberanía, a la mujer y lo que ocurre
en su cuerpo, a la niñez, a la tierra, vivienda digna en suelo habitable sin
discriminaciones, detener los desalojos, el derecho al agua limpia, a tener
comunidades que reconozcan su riqueza cultural y a una biodiversidad sana,
garantía de todos los derechos humanos, reclamamos el cese de la explotación
minera de la Barrick Gold. Reclamamos una memoria que no segregue por
color de piel, país de origen, religión o diversidad de pensamiento o elección
sexual.
Estamos aquí diciéndote que somos senderos de futuro y nunca más olvido.
Firmado en Santo Domingo, República Dominicana el 12 de octubre del 2021:
Guabancex Viento y Agua, Acción Afro-Dominicana, Cooperativa de
Producción Social de la vivienda y el Hábitat (COOPHABITAT), El
Grito de los Excluidos, Museo de la Dignidad, Desalojo Cero, Comité
Dominicano de los Derechos Humanos -CDDH-.