La salida del personal diplomático de América Latina se inició hace 48 horas, tras los constantes ataques aéreos ordenados por el premier Netanyahu
Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, Bolivia y México evacúan sus embajadas en Teherán

ISRAEL.- La fuerte ofensiva aérea de Israel contra Irán determinó que los gobiernos de Argentina, Chile, México, Brasil y Uruguay evacuen sus embajadas en Teherán.
En Irán hay una comunidad de 40 argentinos, que decidieron permanecer en Teherán, pese a las recomendación del diplomático Jordán. El encargado de Negocios anoche abandonó Irán y ya está -sano y salvo- en la capital de Azerbaiyán.

En este contexto, Chile también decidió cerrar la embajada en Irán hasta nuevo aviso. El embajador se fue con la familia y un empleado, tras constatar que la avanzada israelí continuará en los próximos días y que la seguridad personal ya está en jaque.
México registró que tiene a cerca de 10 turistas en la ciudad de Fajan, y el canciller Juan Ramón de la Fuente ordenó que se abandone la residencia diplomática y que se trasladen a los turistas a un lugar seguro.
Las dictaduras de Cuba y Nicaragua evacuarán antes del fin semana a su personal diplomático asignado en Teherán. Miguel Díaz-Canel y Daniel Ortega tiene vínculos ideológicos con el líder religioso Ali Khamenei, pero optaron por retirar a los funcionarios y sus familias que cumplían funciones en Irán.
La cancillería iraní recibe las comunicaciones formales y nada puede hacer para retener a la diplomacia internacional. El plan militar de Netanyahu está demoliendo a Teherán, y los representantes extranjeros hacen las valijas, cierran las embajadas y se escapan por la ruta 2 de Irán.
Como sucedió con Brasil, Argentina y Bolivia, Uruguay también dispuso que la embajada cierre sin demoras. El encargado diplomático huyo ayer, y no cree que regrese en las próximas seis semanas.
Pedro Sánchez, jefe del Gobierno de España, sugirió hace pocos días que los españoles deberían abandonar Irán. Pero todavía no decidió si evacuará a todos los funcionarios designados en Teherán.
En pleno enfrentamiento con Israel, el régimen de los ayatollahs no puede garantizar la seguridad del cuerpo diplomático que actúa en Teherán.
Netanyahu ordenó constantes operaciones contra blancos iraníes, y un mal cálculo puede provocar un conflicto bilateral.