Los cien días de gobierno no han transcurrido, y ya Luis anda con dolores de cabezas acumulados. Se puso a prometer transparencia, pero sus compañeros se la están poniendo difícil al nivel de casi obligarlo a comenzar la regla por casa.
Los casos no son muchos, pero si contundentes en el medio de acusaciones al pasado gobierno uno del Ministerio de Salud Pública fue descubierto de creativo vendiendo cargos, otros ministros y sub ministros, teniendo que ser suspendidos por no realizar su declaración jurada, y algunos de quienes la realizaron quedaron entre dicho.
Un presupuesto que casi tira al pueblo a las calles, y una ministra que sus millones no cuadran con su juventud y emprendimiento, sus lanzamientos rompientes para un novato bateador que apenas esta comenzado a conocer la liga.
Alguien grito -déjenlo gobernar- y otro respondió, -él quería ser presidente, pues que sea presidente. -
la verdad es que, si los compañeros no ayudan a Luis con guardar un poco las formas, serán 4 años difíciles para el presidente porque sin ayuda de su bancada es imposible sostener un gobierno y un pedazo de isla como este.