Jackson Pichardo
¿Qué fue de los puestos de medicina en Moca?
Entiendo necesario traer a colación esta interrogante, ya que fue un tema que hizo mucho ruido en la llamada opinión pública nacional, por las imputaciones que se les hizo a las personas que viven de expendio de
muestras médicas en la Ciudad del Viaducto.
Nunca he de olvidar la posición tajante del Dr. Bautista Rojas, Secretario de Salud Pública Republica Dominicana de, de que esos puestos deberían ser cerrados, ya que su existencia se constituía en un atentado a la salud de la población en general.
No menos beligerante fue la campaña dirigida contra estos centros de expendio de medicamentos por prestantes comunicadores de la prensa masiva, tanto radial, escrita, y televisiva. Desde esas tribunas se incitaba prácticamente a desaparecer de la faz de la tierra los citados negocios y se adornó con los peores epítetos a quienes los mantienen en funcionamiento.
Todo esto ocurrió a raíz de unas muertes que se produjeron, fruto de la administración a varios pacientes
de unas antitetánicas cuyo manejo y expendio eran de uso exclusivo de Salud Pública, y para tapar la falta, afirman muchos, se tomó los puestos de medicina de Moca, como un chivo expiatorio y así se evadió asumir responsabilidades por estas dolorosas circunstancias.
Quien esto escribe planteó en su momento, que estos puestos no debían ser cerrados, sino más bien sometidos a regulaciones que ayudaran a proteger más a los cientos de necesitados que acuden allí diariamente a buscar el medicamento que no se consigue en el hospital público y que sus precios está por las nubes en las farmacias privadas.
Como era de esperarse, el escándalo se extinguió por sí solo, ya nadie habla del tema y los puestos de venta de medicinas están abiertos en el mismo lugar donde estaban, Salud Pública no dice hoy esta boca es mía, hoy la
gran prensa no se siente alarmada por semejante “barbaridad”, y los muertos por el uso de las antitetánicas
descansan tranquilos en el cementerio.
Y lo que es peor aún, los correligionarios del “ultra recto” Ssecretario de Salud, andarán muy pronto solicitando el favor de los “desalmados” dueños de estos negocios, para que les ayuden a hacer sus demagógicos operativos médicos, dentro del marco de la campaña electoral que ya se perfila, ya que tradicionalmente todos los partidos políticos se han nutrido de esos puestos, para conseguir los medicamentos con los cuales hacen sus
operativos proselitistas.
Es importante reflexionar sobre el uso mediático que se le dio a este asunto, con la única finalidad de tapar un problema grave que bien podría volver a repetirse, las poses de relumbrón que asumieron los funcionarios gubernamentales y sus respectivas “bocinas,” de los medios de comunicación, los cuales apostaron a tapar el sol con un dedo y la realidad los golpeó en la cara y esa realidad es que los puestos siguen abiertos, les están resolviendo un problema a la gente, y los funcionarios públicos, que como toros filipinos, hablaban de cerrarlos, no se atreven a hacerlo hoy día, pues estamos de cara a una campaña política y no se puede perder votos y mucho menos echarse de enemigos a quienes siempre los han ayudado a conseguirlos.
Ojalá y el secretario de Salud Pública, basado en todo lo que dijo, tuviese un rapto de dignidad oficial y tomara el toro por los cuernos, pero esto no va a ocurrir, pues no es lo mismo llamar al Diablo que verlo llegar.
Jackson Pichardo reside en New York