Jackson Pichardo
Me tiene sin cuidado la reelección
En estos días se han incrementado de una forma indecente los decibeles del debate sobre si el presidente Fernández anda en busca o no de la reelección presidencial y si la novísima constitución lo prohíbe o lo permite. Mientras esto sucede, el país sigue haciendo aguas, zozobrando bajo los embates de la delincuencia, los apagones, el desempleo y la corrupción tanto pública como privada.
Viendo desapasionadamente el asunto, parecería que en la reelección o no del presidente Fernández estaría cifrada la esperanza de que el país salga definitivamente del laberinto donde precisamente lo han metido los promotores del largo y estéril debate.
Tanto peledeistas, perredeistas y reformistas, y varios asteroides partidarios, han sido los responsables de que el fantasma de la reelección aparezca muy a menudo para aterrorizar a aquellos que no detentan el poder político y que aspiran a alcanzar el mismo, con el único y avieso fin de enriquecerse a costa del erario público.
Ninguno de los mal llamados partidos políticos existentes en la Republica Dominicana se ha fijado como meta educar al pueblo en materia de civismo y mucho menos cuando han llegado al poder han hecho nada trascendental para sacar a las grandes masas de la mentalidad paternalista que éstas tienen del estado, pues el clientelismo político ha sido la principal arma de destrucción masiva utilizada contra la democracia y por eso hoy cosechamos los frutos amargos de ese caos que llamamos sociedad dominicana.
En un país como el nuestro donde no existen los partidos políticos, sino mas bien facciones de facinerosos, donde no hay diferencias de fondo entre los que hacen el papel de gobierno y los que lo hacen de oposición, se escucha el grito al cielo cuando la facción que está arriba decide tratar de perpetuarse en el poder, pues nuestra democracia se reduce al quítate tú para ponerme yo, pues se confunde la idea de alternabilidad democrática con la del relevo de mafias políticas que no buscan sacar el país adelante sino mas bien a sus grupos partidarios, los cuales siempre tienen hambre de enriquecimiento ilícito.
Por eso digo que me tiene sin cuidado la reelección, porque la misma está garantizada en las prácticas corruptas que implementan tirios y troyanos, no importa que no se reelijan las personas, porque los métodos que usan todos siempre son los mismos, estos se reeligen y el país quizás con levedad de matices siempre va por el mismo camino.
Si como quiera la misma gente es la que ocupa el poder político, la ciudadanía debe abocarse a temas que ningún partido quiere tratar a profundidad y que dilucidarlos traería más beneficios para todos los ciudadanos. Entre esos temas podríamos inferir el de la corrupción en el sector eléctrico y sus consecuencias, los eternos apagones, la venta de nuestras playas y recursos naturales y las complicidades de nuestros políticos en ello, el desempleo como lastre de una política tributaria abusiva entre otros.
Pero lamentablemente a falta de pan, continuaremos teniendo circo.