Esta nota es sobre mi impresión del Dr. Julio Hazim y la celebración o conmemoración de sus 30 años en la Televisión.
Debo confesar que lloré. Mis ojos derramaron lágrimas de alegría. Usted se preguntara: ¿Por qué? Yo le diría que por muchísimas razones, las cuales voy a enumerar.
Primero por el Dr. Hazim; por la tremenda labor que ha realizado en estas tres décadas y sobre todo por la positiva influencia que ha ejercido en los que hemos crecido con él.
¿Cómo definir esa influencia? Nos ha ayudado a construir y fortalecer el criterio de lo razonable. De compromiso social. Ha alimentado en nosotros el respeto a la diferencia.
Ha elevado nuestra visión de respeto a la diversidad de criterio y a la tolerancia. Ha sido tremendo maestro de generaciones en lo que es el compromiso con el bien común.
Y por sobre todo, ha depositado en nuestras almas un peculiar sentido del humor, inclusive en el manejo de situaciones conflictivas.
Al punto que me brota afirmar; que así como el Dr. Julio Hazim es comunicación, es símbolo de la integridad familiar, es un modelo de ciudadano y también es patria.
Pero igual de emotiva fue mi profunda impresión de sus invitados. Ahí estaba presente la representación de la familia nacional, ver tantas personas honorables, me fue de gran alegría.
De alegría y satisfacción; porque así como Julito Hazim, ha sido una especie de padre espiritual, un guía social-moral; sus invitados reflejan el alto nivel de decencia de nuestra sociedad.
Pero lo más trascendente de esa reunión, de sus invitados; es que –de una manera u otra- todos se identifican con los valores que representa Julio Hazim, razón trascendente que representa esperanza de un futuro mejor.
La vida está formada por círculos; el hecho de crecer o madurar es atravesar círculos; y como el círculo que representa el Dr. Hazim; es el comprometido con la moral, el bien común y la honestidad, tantos hombres y mujeres trascendentes de nuestra sociedad, que por su presencia manifiestan su simpatía con esos principios; es razón de más para celebrar.
Es para celebrar, porque es un reflejo de que tenemos los hombres y mujeres, con la catadura moral y existencial, para hacer realidad una Quisqueya potencia.
El Autor es Escritor y presidente del Partido Quisqueya Potencia –PQP-.
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