La delincuencia en los últimos tiempos se ha desarrollado enormemente y es lamentable que en nuestro país no haya disminuido, por eso vemos en los estudios de los organismos internacionales la triste realidad y es que en República Dominicana la inseguridad ciudadana se ha convertido en un verdadero azote.
Es que en la República Dominicana se ha roto todos los límites tanto prácticos como moralmente permitidos, siendo así el problema más grande que tiene nuestro país. Es que para nadie es un misterio que nosotros los dominicanos estamos presos en nuestra propia libertad, ya que en estos momentos es imposible estar tranquilo y salir a la calle sin tener la preocupación de que un delincuente nos asalte y nos despoje de nuestras pertenencias. Logrando provocar grandes intranquilidades en la vida cotidiana de nuestros ciudadanos, nuestra mayor preocupación, es que estos delincuentes hasta llegan a matar solo por una prenda material, sin tener la más mínima consideración de la vida humana.
Es que me resulta enormemente preocupante que la República Dominicana no escapa a esa realidad y pese a que muchas de nuestras autoridades en muchas ocasiones, quizás para no poner en juego la posición que ocupan y las responsabilidades que tienen en sus hombros para combatirla y reducirla, tratan de minimizar inclusive mal informando, cuando la realidad la vivimos cada uno de los dominicanos a diario con los cientos de atracos, robos, homicidios, violaciones, tráfico de drogas, en fin con la conducta desarrollada por personas que muchas veces no estudió, que no tienen trabajo y que están subsistiendo de lo único que aprendieron de la universidad de la vida, que es delinquir.
Pese a ciertos esfuerzos realizados por los organismos de Seguridad del Estado, los mismos no cuentan con los mecanismos y tecnología necesaria para darle seguimiento y proceder a los debidos sometimientos mediante pruebas aportadas a los tribunales, tanto la Policía Nacional como el Ministerio Publico se han mostrado algo negligente y todo eso en base a los recursos presupuestarios que no dan para costear ni los procesos ni las formas de investigación, dejando al fiscal y al policía en resolver dicha situación como se debe, o como dicen en la Policía Nacional “ El policía fabrica”.
Necesitamos un sistema integrado de procesos penales, como es posible que muchos de los delincuentes que incurrieron en hechos deshonrosos en el extranjero, purgando condenas y luego estos mismos enviado de retorno al país en calidad de deportados estén así sin las autoridades llevar un archivo histórico, no quisiera que me confundieran que el presente escrito es juzgando aquellos deportados, claro que no, todos merecemos una digna oportunidad, oportunidad que en grandes ocasiones se les he negada tanto por no poder acceder a trabajos dignos por su historial delictivo, a esta situación se le debe prestar atención, porque esas personas tienen que comer algo diariamente y si el sistema no les brinda la oportunidad solo le dejamos el camino a delinquir es por ende que la situación debe ser atendida de manera inmediata por nuestras autoridades.
La República Dominicana es un país envidiable por todos, aquí poseemos lo mejor que es la riqueza de su gente, no solo posee en su geografía las bellezas naturales que bien se han dado a conocer al mundo, Así que no podemos dejar que este problema eche todo a perder, debemos trabajar grandemente para evitar que ese valor humano que existe en nuestro país se acabe, producto de un grupo de no ciudadanos.
¡A mirar hacia el futuro dominicanos, yo confío en mi gente! Y exijámosle más a nuestras autoridades y exijámonos más a nosotros mismos para cambiar nuestro destino.
[email protected]