Erick Barinas
El liderazgo luminoso de Barack Obama
Una de las promesas de campaña más importantes de Barack Obama ha sido cumplida ya desde el gobierno: el retiro de las tropas norteamericanas de Irak.
Justo es reconocer que con esa medida, obviamente no compartida por los líderes republicanos y por sectores de poder de los Estados Unidos, el presidente demócrata contribuye a mejorar el clima de paz en el mundo y el Medio Oriente.
Con la orden de retiro de las tropas, Barack Obama da notaciones sobradas de ser un líder luminoso, propiciador de soluciones pacíficas, racionales e inteligentes a los problemas políticos entre las naciones.
La ocupación masiva ordenada por Bush ha sido sustituida por una política de tolerancia, diálogo y respeto entre los Estados, acompañada de propuestas e iniciativas tendentes a disminuir el armamentismo nuclear.
En el orden interno, así como Obama ha criticado a Wall Street y a los ejecutivos y banqueros derrochadores y especuladores que han provocado la grave crisis financiera de los últimos años, igualmente ha logrado impulsar una profunda reforma del sistema sanitario y lucha en estos momentos por hacer lo propio con las leyes migratorias vigentes.
Obama ha tomado la iniciativa para mejorar las relaciones diplomáticas de Estados Unidos con China y Rusia, y ha flexibilizado las restricciones con Cuba. Todas estas políticas y muchas otras, sin duda lo hacen digno merecedor del Nóbel de la Paz.
La grave crisis financiera que se produjo en el gobierno republicano que encabezó George Bush no sólo llevó a la quiebra a decenas de instituciones bancarias, industriales y comerciales, sino que elevó enormemente el desempleo, la pobreza y la incertidumbre en los Estados Unidos.
Esa crisis económica se acentuó por la enorme cantidad de recursos que destinó el gobierno norteamericano a la invasión de Irak. Se habla de un trillón de dólares, es decir, cientos de miles de millones de dólares, la cifra estimada que se gastó en el despliegue militar y en esa desigual, estéril e injustificada guerra.
Ahora bien, precisamente los dos grandes ejes temáticos de la campaña electoral norteamericana han sido manejados exitosamente por la administración del presidente Barack Obama. Estos son: la guerra de Irak y la crisis económica y financiera.
En ambos casos el gobierno de Obama ha cumplido positivamente. La economía norteamericana se ha estabilizado y fortalecido, verificándose un crecimiento del empleo, en gran medida gracias a la inyección de más de setecientos mil millones de dólares al sector financiero y automotriz por parte del gobierno federal, en virtud de la “Ley de Rescate Financiero”.
Por su lado, el cronograma establecido para el retiro de las tropas en Irak igualmente se llevó a cabo conforme lo establecido por el actual gobierno norteamericano, disminuyendo así no sólo las muertes, las bajas y las confrontaciones bélicas, sino la hemorragia de recursos que el gobierno venía erogando por disposición de la administración de Bush.
Estas políticas, combinadas con los programas de estímulo al sector inmobiliario e hipotecario y al rescate del sector financiero y automotriz, lograron detener la recesión y la inflación en la economía estadounidense.
Luego de Obama haber asumido el gobierno hace apenas un año y siete meses, la estabilización y la recuperación de la economía han sido notables y la política exterior norteamericana ha cambiado drásticamente abriendo los Estados Unidos al diálogo y la concertación.
El multilateralismo promovido por el primer presidente afroamericano de Estados Unidos dista mucho de la política exterior agresiva e intolerante de Bush, caracterizada por el unilateralismo, la ofensiva militar y la construcción de bases para misiles en el Este de Europa y otras partes del mundo.
El autor de la “Audacia de la Esperanza”, en el poco tiempo que lleva al frente del gobierno de Estados Unidos, ciertamente ha logrado sembrar esperanzas y expectativas positivas en quienes condenamos la guerra y esperábamos decisiones responsables y decentes en la Casa Blanca.
EL AUTOR es abogado. Reside en Santo Domingo.