Nelson Marte
El CEN redirecciona al PRD hacia el 2016
A don Armando Domínguez, maitre excepcional.
El CEN sesionó el 1 de agosto fortaleciendo la institucionalidad del PRD y enrutando tareas para llevarlo al poder en 2016.
El éxito plasmó en los requisitos legales cumplidos y en el ambiente ordenado, de gran emoción y orgullo, mostrado por Miguel Vargas cuando le dijo a la prensa: “Mírenlo ahí, ese es el PRD organizado, disciplinado y fraterno, el PRD ganador”.
Una masa dirigencial integrada por diputados, alcaldes, regidores, vocales, presidentes regionales, provinciales y municipales, vicepresidentes, secretarios y subsecretarios nacionales, directores y subdirectores de departamentos, mandos nacionales y medios.
El PRD social, armado de un propósito común, coherente, capaz de competir y vencer en buena lid al PLD, para garantizarle al pueblo un gobierno inclusivo.
Listo para cohabitar con todos los sectores y fuerzas, incluyendo al PLD, para concertar las líneas matrices del desarrollo económico, social e institucional.
Un PRD y un presidente y líder dotados con la voluntad política requerida para convertir el crecimiento económico en cohesión social.
El PRD que rescató la alternabilidad democrática prohibiendo la reelección en las constituciones de 1963, con Jun Bosch; 1994, con Peña Gómez; y 2010, con Miguel.
El que ha fortalecido el régimen de derechos, expresado en los honorables trabajos del Constitucional, instituido en la Carta Magna vigente por determinación de Miguel.
Ese PRD no se dejará provocar por el agravio, y estará concentrado en hacer su consulta programática para articular un nuevo proyecto de nación; levantar un fiel padrón de militantes; organizar la convención ordinaria para elegir sus directivos de 2014 a 2018, en recibir los datos de los aspirantes que en la convención extraordinaria competirán por los más de 3 mil 330 cargos congresuales y municipales, y por la nominación presidencial.
Quienes estén en el disfrute de sus derechos podrán competir por todos los cargos, llámense Miguel Vargas, Luis Abinader, Neney, Pacheco o David Collado, sean seguidores de Hipólito, Andrés, Orlando o Geanilda.
Ese fue el CEN de un PRD centrado en demandar y proponer políticas públicas efectivas de seguridad ciudadana, combate real a la pobreza, calidad y eficiencia en educación, salud y seguridad social y en superar las deficiencias sistémicas del sector eléctrico.
Un PRD inspirado en fomentar la competitividad, generar capital social que ensanche oportunidades para la prosperidad de todos los dominicanos, especialmente la gente de a pie, los desamparados en barrios y campos. Un PRD decidido a que nadie, aún haya sido Presidente de la República, se le permita fomentar la indisciplina, agraviar e irrespetar a sus compañeros, provocar el grupismo y la división.
Un PRD que continuará haciendo TODO esfuerzo para unificar a la familia perredeísta, lo que será una realidad más temprano que tarde.
El CEN ha redireccionado al PRD para que transitemos hacia la luz cantando los versos de Silvio: Qué cosa fuera la masa sin cantera/un servidor de pasado en copa nueva/ un eternizador de dioses del ocaso/ júbilo hervido con trapo y lentejuela/ Que cosa fuera, corazón, que cosa fuera/ Que cosa fuera la masa sin cantera.