Santo Domingo RD.- Las amplias instalaciones de Hard Rock Live acogieron a 4 populares salseros  en una noche  de "pique y sazón" con lo mejor de la música tropical, y la concurrencia de un público heterogéneo, con gente pocas veces vistas en este establecimiento, que iba desde generales, ex jefes de la Policía Nacional, empresarios, diplomáticos, políticos, locutores, periodistas, artistas, promotores, manager, disqueros, figuras de la televisión, del cine. ¡Hasta Jani estaba allí alegrando el ambiente!, porque de todo hay "en la Viña del Señor".

Se trataba de la celebración del primer aniversario del programa "Gozando de 3 a 5" que se transmite por las frecuencias de Dominicana F.M., para lo cual se montó un baile con José Alberto "El Canario", Rey Sepúlveda, Johnny Rivera, y con la participación de Danaes, el joven talento criollo de la salsa.

Fue una noche estupenda, donde la gente se paraba de sus asientos a bailar los temas, todos éxitos, que derrocharon cada uno de los intérpretes, empezando por Danaes, a quien le correspondió la apertura de una noche musical larga, que por suerte empezó a tiempo, pues al filo de las 10:30 de la noche ya estaba el joven artista ejecutando en escena, con un despliegue de bailarines, aprovechando así la oportunidad para hacer algo diferente como parte de su propuesta. 

Como debe ser, cuando un artista joven y nuevo, tiene la oportunidad de estar entre los grandes. Lo hizo bien Danaes.

A seguidas llegó José Alberto, a quien colocaron de segundo, porque tenía que tomar un vuelo a las 2:00 de la madrugada para ir a Nueva York, y de allí a Los Angeles, donde está tocando en un crucero.

Poco se sabe aquí de los itinerarios de artistas como José Alberto, pero son figuras que se mantienen de manera permanente trabajando, trasladándose con frecuencia a diferentes mercados, fruto y resultado de lo que han sembrado, lo que les asegura un trabajo permanente, diferente a lo que sucede con los artistas que se quedan aquí "comiendo rulos" en el platanal y no se preocupan por otros mercados, a no ser la deprimida plaza de Nueva York, donde los bailes se dan ahora en pegueños "lounge" y restaurantes, diferente a los tiempos de Estudio 84 y otros locales.

José Alberto tocó alante, y se mantuvo hora y media en escena, para el deleite de la concurrencia que coreó y bailó todos sus éxitos. Sin embargo al marcharce, aunque se sintió complacido, y la gente también, publicó en un mensaje enviado a Luisín Martí, el productor del evento, que se quedó con las ganas de hacer 10 temas más que le faltaron.

Y luego de ver a Rey  Sepúlveda y Johnny Rivera, en verdad os digo, sin restarle méritos ni créditos a ninguno, que la actuación de José Alberto fue la mejor. El salsero criollo maneja unos trucos que le permiten conectar al 100 x 100 con la gente. Una presencia en escena imponente, que se crece, jugando con los elementos que le confieren singularidad a su espectáculo.

Una movilidad  que se mantiene como un "leit motiv", gravitando  con una codificación iterativa, muy experimentada y audaz, que junto a la capacidad que posee deinteractuar con los músicos, le permiten dimensionarse a los planos de un "show man" de la salsa.

Lo de  El Canario es sin desperdicios…Con flauta humana o sin ella.

(Aunque en Nueva York lo critican, porque está viviendo en Miami, y desde allí se proyecta al mundo, sin aceptar presentarse en los restaurantes donde habitualmente actúan otros artistas).

¿Qué decir de Rey Sepúlveda y Johnny Rivera?. Acogen en sus respectivos repertorios temas musicales que forman parte de la época de mayor esplendor de la salsa romantica, los cuales el público ha hecho suyos, y que esa noche acogió con gran deleite.

Un detalle significativo y resaltable, fue el magnífico acompañamiento de la banda de excelentes músicos, dirigida por Joan Minaya, que con gran propiedad y precisión ejecutó los temas de la amplia cartelera musical comprendiada por los 4 intérpretes.

Estos músicos le dieron un mentís a los alegatos de que la salsa desde la plataforma dominicana carece sustentación en lo musical.

Parecían los temas originales, las interpretaciones que se hicieron con los artistas.

Para completar la combinación perfecta, hay que destacar el juego de luces, el sonido, y los efectos visuales en pantalla, que le confirieron a la producción el nivel de gran espectáculo.

Luisín Martí, que como se sabe tuvo amplia responsabilidad en el manejo de las producciones de la empresa RMM de Ralph Mercado en los grandes escenarios de Nueva York, como el Madison Square Garden, demostró con este concierto que la experiencia no se compra en botica (Tomado de Merengala)