Washington,  (PL) Unos 800 mil empleados federales estadounidenses dejarán de cobrar hoy sus salarios como resultado del cierre parcial del Gobierno, que el presidente Donald Trump insiste en mantener hasta recibir fondos multimillonarios para su muro fronterizo.

Desde el inicio del cierre gubernamental que se encuentra en su vigésimo primer día, y que mañana podría convertirse en el más prolongado en la historia del país, esta será la primera vez en la que esos trabajadores no contarán con los cheques de pago.

Aunque la paralización de un 25 por ciento de las agencias y departamentos federales comenzó el 22 de diciembre, el día 28 la mayoría de los empleados recibió el salario correspondiente a dos semanas de ese mes.

Pero este viernes, las 420 mil personas en puestos esenciales que debieron continuar sus funciones pese al cierre, y las 380 que fueron enviadas a sus hogares, no podrán cobrar el dinero correspondiente a 14 días, ni tienen una fecha prevista para recibir sus sueldos.

Mientras Trump continúa imponiendo demandas agresivas para un muro fronterizo, muchos trabajadores federales están tratando de averiguar cómo cubrirán los gastos inmediatos, como el alquiler, los servicios públicos y los medicamentos, preocupaciones que el presidente ha dejado de lado, consideró el portal digital Vox.

El cierre parcial, que afecta a nueve departamentos, se desencadenó ante la negativa del mandatario republicano a firmar cualquier proyecto de ley que no contenga cinco mil millones de dólares para edificar la barrera, y la oposición de los legisladores demócratas a autorizar esa suma para la polémica obra.

Hace dos días, durante una reunión celebrada en la Casa Blanca, los demócratas instaron al mandatario a reabrir el Gobierno, pero el presidente abandonó el encuentro cuando los dirigentes de ese partido reiteraron que no están dispuestos a apoyar el muro.

Según reportó la cadena CNN, el líder de la minoría en el Senado, Charles Schumer, le preguntó al jefe de Estado por qué no abría el Gobierno y dejaba de lastimar a la gente, a lo que Trump respondió sin rodeos: 'Porque entonces no me darán lo que quiero'.

Este jueves cientos de empleados federales y contratistas se congregaron frente a la Casa Blanca para pedir que se les permita regresar al trabajo.

Con carteles como 'Detengan la guerra contra los trabajadores', los manifestantes se reunieron en medio de un intenso frío frente a la sede del sindicato conocido como AFL-CIO, antes de dirigirse a la mansión ejecutiva.

Según reportó The Washington Post, algunos dijeron que apoyan el impulso de Trump por un muro fronterizo y una mayor seguridad a lo largo de los límites con México, y otros se burlaron de la idea, pero todos coincidieron en la necesidad de volver a sus puestos.