David E. Cordero
Las dos caras economicas: entre la opulencia y la indigencia
Nueva York. Estados Unidos de América, es uno de los países más rico del planeta, viven cerca de más de 400 multimillonarios. Lugar donde los ricos aumentan sus fortunas y pueden permitirse vivir una vida de lujos...
Pese al colapso del mercado financiero por causa de los ejecutivos, hace menos de tres años, la disparidad entre los salarios de directores ejecutivos y los trabajadores siguieron aumentando hasta niveles que son completamente impresionantes. Según Richard Trunca, presidente del sindicato AFL-CIO.
El AFL-CIO examinó los salarios de los directivos en 299 empresas que cotizan en el índice Standard & Poor’s 500 (S&P500). Revelando que sus ingresos se incrementaron un 23 % en 2010, 343 veces más que un empleado de su compañía en comparación con el 2009.
Agrega, en el 2010 los directores ejecutivos de las principales compañías de EUA., ganaban en promedio anual 11,4 millones de dólares, 434 veces más que los trabajadores, con media anual de 33,190 dólares. “Mientras una secretaria gana un promedio anual de 29,980 de dólares, alguien como el director ejecutivo de la empresa de servicios financieros Wells Fargo gana casi 19 millones de dólares, ó sea 632 veces la paga de la secretaria.
Sin embargo, a pesar de tanta riqueza concentrada el Censo Nacional indica que en el mismo viven más de 40 millones de personas en la pobreza absoluta. Secuela al tema controversial de los underclass que alude a sectores degradados y excluidos socialmente que no pertenecen a ninguna de las clases establecidas en la sociedad, llamados a veces los invisibles de la sociedad.
Como indica un informe de la Coalición por los indigentes de la ciudad de Nueva York, que señala que el número de personas en condición de desamparados de la ciudad alcanzó una cifra record en 2010, de 113.553 individuos que durmieron en los albergue municipales; y más de 42.888 en este grupo son menores de edad. Botón de muestra referencial hacia otras ciudades.
Ciudades de Estados Unidos, como Washington, Miami o Nueva York son el fiel reflejo de como miles de ciudadanos dependen del subsidio del gobierno para comer a diario. El desempleo crónico sumado a una gran inflación ha dejado unas profundas huellas en la vida cotidiana de millones de personas.
Hay muchos que creen que la brecha entre rico y pobres cada vez se amplía más . Lo más alarmante de esta situación es que la voluntad de reducir este contraste parece haber desaparecido a favor de la ambición sin límite.
Entonces, esta brecha tan grande contribuye al incremento de las desigualdades en la sociedad de EUA., Comparable con el de la Gran Depresión, cuando la estratificación de la sociedad norteamericana era evidente.