Juan Rosario
La ley de partidos una utopia para los dominicanos
Santo Domingo, RD.- La ley de partidos políticos en nuestro país se ha convertido en una verdadera utopía y es que cuando los intereses están muy marcados los políticos no realizan su labor, de tantos proyectos sometidos, simplificando o modificando los nombres para volver a introducirla, aun al sol del día de hoy proyectos con menos tiempos aprobados y la ley de partidos al olvido.
Entre las novedades que presenta está el reconocimiento de organizaciones locales, que podrían ser municipales, provinciales o regionales, las que podrán mantener su reconocimiento al obtener el 2% de las votaciones válidas emitidas en esas demarcaciones y tener un local abierto.
Mediante este proyecto, el votante no podrá pertenecer a más de un partido político, ya que inmediatamente ingresen a una organización se elimina la filiación anterior.
Lo importante de esta iniciativa, es que otorga a la Junta Central Electoral la facultad de establecer el período de la pre campaña, el tiempo del proselitismo para las elecciones internas, regula el uso de los recursos económicos y establece las reglas de competencias. Define como campañas electorales las actividades proselitistas desarrolladas a partir de la proclama y la conclusión 48 horas antes del día de las elecciones.
La Ley de partido o ley Orgánica busca impedir que un partido político pueda, de forma reiterada y grave, atentar contra ese régimen democrático de libertades, justificar el racismo y la xenofobia o apoyar políticamente la violencia y las actividades de las bandas terroristas.
Para amplios sectores de la sociedad esta es una ley necesaria para acabar con la impunidad con lo que se entiende que los terroristas (Narco Trafico) utilizan las instituciones democráticas para financiarse y para luego extorsionar a las autoridades elegidas.
Es de todos conocidos que los partidos políticos son asociaciones de ciudadanos que constituyen personas jurídicas de derecho privado cuyo objeto es participar por medios lícitos, democráticamente, en los asuntos públicos del país dentro del marco de la Constitución Política del Estado y de las leyes vigentes del país.
Entre los artículos a enumerar en dicha ley, estarían las clausulas establecidas que servirían de guardianes preservadores de tales principios y que cada uno de los partidos, tendría que obedecer bajo todas circunstancias, entre ellos:
a) Asegurar la vigencia y defensa del sistema democrático.
b) Contribuir a preservar la paz, la libertad y la vigencia de los derechos humanos consagrados por la legislación Dominicana y los tratados internacionales a los que se adhiere el Estado.
c) Formular sus idearios, planes y programas que reflejen sus propuestas para el desarrollo nacional, de acuerdo a su visión de país.
d) Representar la voluntad de los ciudadanos y canalizar la opinión pública.
e) Contribuir a la educación y participación política de la población, con el objeto de forjar una cultura cívica y democrática, que permita formar ciudadanos capacitados para asumir funciones públicas.
Si al principio mencionamos que los partidos son instituciones fundamentales para la participación política de la ciudadanía y base del sistema democrático, quiere decir que cualquier ciudadano que sea miembro de ese tal o cual partido, tiene el pleno derecho de aspirar a posiciones electivas por el pueblo, siempre y cuando conste con las reservas económicas necesarias para poder cumplir con tales aspiraciones, es decir que los partidos no tienen un dueño en particular como se ventila en la República Dominicana, donde vemos a los actores diputándose posiciones internamente, como si el partido en sí, fuera su propiedad privada.
Somos del criterio que la ley de partido es una necesidad jurídica en el país, porque con esta se debe fortalecer la institucionalidad del sistema de partidos, que constituye la base de la democracia en una sociedad. El mismo pretende, además, garantizar e incrementar el fortalecimiento institucional y ampliar la participación de la ciudadanía.
Entre los muchos cambios que hoy demanda nuestro sistema político, el más urgente es la elaboración de una nueva Ley de Partidos Políticos, con el fin de regular su actividad, asegurar su democracia interna y la transparencia de su financiación y acercar la política a los ciudadanos.
Los partidos políticos tienen un papel insustituible en todo sistema democrático. A diferencia de lo que ocurre en otras democracias avanzadas, en República Dominicana el marco legal vigente no facilita la depuración de los partidos cuando ello se revela necesario, es por ende que como ciudadanos debemos resguardar el sistema político dominicano e impulsar iniciativas que vayan en búsqueda de la transparencia.