David Ramírez
Hay que desarrabalizar el Parque Central de Barahona
Durante mucho tiempo el Parque Central fue la zona por excelencia para la familia disfrutar de encuentros con viejas amistades, charlar de política o sentarse a escuchar tranquilamente la tradicional Retreta dominical o presentaciones musicales que hacia la banda municipal.
Era una época sana cuando los jóvenes le daban la vuelta al parque, mientras la banda tocaba alguna música clásica y otras no muy clásica. Los jóvenes acudían al parque para entablar nuevas amistades o buscarse una novia entre las tantas mujeres solteras y hermosas que lo visitaban. Muchos matrimonios en Barahona se formaron gracias a esta interacción.
El Parque Central de Barahona era un sitio tan seguro y respetable en cualquier hora del día, que casi ninguna familia se oponía a que sus hijos lo visitara.
En su día de gloria, este parque fue el sitio predilecto para eventos culturales y la presentación popular de grandes orquestas merengueras como la de Wilfrido Vargas y Johnny Ventura.
Para el Ayuntamiento el parque tenía una función más que de belleza urbana, era un símbolo de la sociabilidad de sus ciudadanos, especialmente la juventud.
De aquella época sólo quedan recuerdos, hoy el parque Central de Barahona es un antro de prostitución, venta de drogas, zona de borrachos, y guarida para los delincuentes e indigentes. El parque Central que conocemos, es una zona totalmente arrabalizada por vendedores de chimichurri y frituras, a pesar de encontrarse frente a la misma sede del Ayuntamiento Municipal.
Resulta vergonzoso visitar este parque,principalmente los fines de semanas,ya que uno puede ser fácilmente molestado por prostitutas, travestis o niños haitianos pedigüeños que duermen en la misma glorieta.
Una de las razones por la cual el Parque Central se ha convertido en una zona peligrosa, se debe a la presencia de una barra escandalosa que funciona en sus alrededores. Esa barra de mala muerte alienta la prostitución y la arrabalización del entorno.
Por eso se hace necesario que el Ayuntamiento Municipal de Barahona, en colaboración con la Gobernación, inicien un programa de rescate y adecentamiento del Parque Central y su entorno. Esto podría iniciarse con el cierre de esa barra, el desalojo de los vendedores y la presencia permanente de patrullas mixtas de la policía municipal y nacional en todos sus alrededores para impedir la prostitución y la delincuencia.
Rescatando este espacio público, la familia de Barahona tendrá nuevamente un lugar digno para el esparcimiento, y los jóvenes una zona para reforzar la convivencia social.
Por eso hago un llamado a las organizaciones comunitarias, populares y a la ciudadanía en general a iniciar una jornada para recabar firmas y hacer la solicitud correspondiente ante la Sala Capitular del Ayuntamiento y la Gobernación, con miras a que el Parque Central y su entorno sea desarrabalizado y convertido en un espacio limpio y apropiado para la familia a cualquier hora del día.
Los barahoneros debemos empoderarnos, sumarnos a esta propuesta ya que el Parque Central es un espacio del pueblo, no de las prostitutas, travestis y borrachos.