Jorge A. Abreu Eusebio
El Fraude Electoral: Alegato Irresponsable y Pernicioso de la Clase Política Inconsecuente
El alegato de fraude como mecanismo de defensa del pataleo electoral, cuando quien esgrime esa postura en realidad sabe y está consciente de que no ha ocurrido, se convierte en un argumento de irresponsabilidad e irrespeto a la institucionalidad y contrario a la voluntad del soberano, quien se expresó de manera libérrima y masiva en la asamblea electoral felizmente recién finalizada.
Los pronunciamientos del Ingeniero Hipólito Mejía y de los demás dirigentes de su partido, resultan ser una inconsecuencia perversa en su accionar frente a la veracidad y resultados de los hechos. Venderle al país y al mundo, así como a sus seguidores esta falacia tremendista de ‘’Trompo Embollao’’ y parcialismo de parte del organismo rector de los comicios, se constituye en un acto cavernario de afrenta a la democracia y al estado de derecho, pretendiendo burlarse de la inteligencia de las personas, así como de los organismos nacionales e internacionales que observaron el proceso electoral, lo cual es el manifiesto recurrente resultante de la característica autoritaria de los entes que la esgrimen, cuya práctica histórica es responder con violencia intolerante frente a la diversidad y recurrir a la mentira como arma preferida, así como endilgarle a los contrarios las prácticas cotidianas que ellos mismos emplean como métodos políticos-electorales. El dinero de los ayuntamientos también proviene de loa recursos del Estado. Participación Ciudadana en su informe dijo quién llevaba la delantera en la compra de cédulas. En el Municipio de Paraíso el PRD las compraba entre tres mil y cinco mil pesos. En el DM de Villa Central los partidarios del Gobierno parecían pordioseros o mendigos frente a la opulente ostentación de poder económico exhibido por el PRD y a pesar de eso fueron barridos. Hubo una masiva votación.
Lo que en realidad ha ocurrido es lo que se vislumbraba en el panorama electoral y es el resultado inequívoco de casi todas las encuestas serias que hicieron sus mediciones bajo la óptica del método científico: Danilo y Margarita en Primera Vuelta. Además, del desmonte de los planes oscuros orquestados por estos, desde el plan A hasta el Plan N. Ninguno de ellos les dieron los resultados que ellos esperaban y de ahí que Hipólito Mejía no estaba preparado en su psiquis para estar acorde con la realidad imperante de su derrota electoral sin buscar un culpable y propalar a los cuatro vientos los alegatos que ha manifestado, tal como se esperaba que actuara frente a las circunstancias.
El alegato de fraude está totalmente vacío, carente de lógica. Alejado de la verdad y divorciado diametralmente de la sana crítica; de la racionalidad y del sentido común. Esa fue la idea que quisieron vender desde que las encuestas no le daban la preferencia y desde que el panorama electoral se aclaraba desde que se escoge a Danilo Medina y luego se consolida cuando Margarita Cedeño es la compañera de fórmula en la boleta del PLD y Aliados.
Es digno reconocer, independientemente de los alegatos de fraude y de las actuaciones de Hipólito Mejía como Presidente del 2000 al 2004 y de sus posturas durante la campaña electoral, ni porque él sea ningún demócrata como dijo y porque se le agotaron todas sus fórmulas de pataleo, que finalmente no se dejó arrastrar por algunos instigadores perversos que están a su alrededor y se vio compelido a tomar en cuenta algunos sectores sensatos de la dirigencia del PRD que actuaron con ecuanimidad, madurez y altura, no cegándose por las pasiones políticas imperantes y por la sed de poder a toda costa, anteponiendo el interés nacional por encima de los particulares, actuaciones que son dignas y plausibles. Hipólito, a pesar de tener los resultados a tempranas horas de la noche del día 20, espera hasta el final a ver si algunos de los planes oscuros podría aún tener algún resultado factible para ellos, lo cual se les hizo imposible y en vista de estas circunstancias, emite una alocución al país cuyos detalles son de conocimiento público.
Violentar la voluntad popular de los comicios, es dar unos resultados diferentes a la expresión del Soberano depositada en las urnas y eso si fue una de las pretensiones maquiavélicas de sectores del PRD que actuaron en la Junta y fuera de ella, los que a través del chantaje y la presión creyeron que eso era viable y les resultó todo lo contrario. Eso era lo mismo que esos sectores trogloditas pretendían hacer en las elecciones del 2004 y asaltar la Junta Central Electoral para declarar ganador a Hipólito Mejía. En ambas ocasiones fueron frustrados esos planes en contra de la democracia y la paz ciudadana, al igual que en esta ocasión.
El plan inicial de esos sectores, fue tratar de desacreditar la idoneidad de la Junta Central Electoral y querer invalidar a su presidente. Este organismo garante de la democracia, actuó de manera sabia y transparente, dándole a esa maquinaria endemoniada la oportunidad de verificar lo que quisieren, hasta permitirle y aceptarles casi todas las cuestiones que plantearon, tanto de hecho como de derecho y el final está ahí: la Junta cumplió cabalmente con sus atribuciones; se preparó y dio respuestas a todas las embestidas, saliendo airosa y consolidándose ante los ojos de nuestra querida nación y del mundo como ejemplo de la democracia, cuyo modelo a seguir ocupa un lugar cimero en América Latina y el Caribe. ¡¡Felicidades a la JCE y al Pueblo Dominicano por esa contundente demostración cívica y de madurez política!!