Eugenio Perdomo
Dominicanos unámonos por el bienestar
Estos tiempos son de gran desafío para la humanidad, pero mas aun para nosotros los dominicanos, pues está mas que demostrado, que muy a pesar de la llamada crisis global y consecuentemente la contracción de la inversiones, en nuestro país la corrupción administrativa es el orden establecido.
En esta nación nuestra, desde hace tiempo no se consideran las prioridades de nuestra ciudadanía, es mas primordialmente se dilapidan y despilfarran los recursos que se captan mediante una economía en la que los propios dominicanos, no somos los principales actores. Esto debido a que el Estado, en su afán recaudador, solo se ocupa de promover las inversiones extranjeras en el área del turismo y las telecomunicaciones, a la vez que sus políticas carentes de incentivos a la industria y empresa local, fortalece a los oligopolios y monopolios tradicionales, que de no estar en dominio de extranjeros, son estructuras familiares tradicionales, un obrar que niega toda posibilidad de desarrollo en nuestra sociedad.
Es tiempo de que dejemos sentir nuestra voz, de disponernos a lograr ser escuchados y con ello nuestra administración tome otro rumbo. Uno en que esta Nación Dominicana se engrandezca con la participación de todos sus profesionales y emprendedores en un verdadero proyecto de desarrollo nacional. Uno que fomente nuestro PIB, sea fruto de la pequeña y mediana industria, agroempresa o iniciativa privada local, propiamente fruto del esfuerzo de cada dominicano y dominicana.
Ya debemos reclamar ser administrados de otra forma, que en la administración pública no exista una diferencia tan marcada entre el salario mínimo percibido por un simple ciudadano, que es apenas una fracción de la canasta familiar básica y los beneficios que perciben los funcionarios de carteras muchas veces inútiles, que entre sueldo, dietas, asignaciones, supera varias veces dicha canasta familiar, poniendoles en situaciones de ventaja absoluta sobre el resto de la ciudadanía.
Por eso este llamado a unirnos, como ciudadanos de nuestra Nación Dominicana, por nuestro mejor porvenir, oportunidades reales de desarrollo para nuestros profesionales, artistas y emprendedores, así como por exigir garantías de una mas efectiva gestión pública.
Demonos la mano este 30 de abril y llevemos nuestro mensaje pacífico desde el altar de La Patria a la explanada de nuestro Banco Central. Apoyemos esta actividad para que conformemos un solido cordón humano. Es fácil, sacrifiquemos nuestra hora de almuerzo por un mejor futuro, de 11am a 1pm juntemos nuestras manos en las vísperas del primero de mayo.
El llamado se eleva a todos los dominicanos, asociaciones, juntas, gremios, sindicatos, partidos de la oposición y hasta el oficialista, somos nosotros quienes debemos señalar hacia donde deben dirigirnos los choferes que hemos elegido.
Ayudemos con nuestra acción a evitar se produzca el estallido social que estas oprobiosas condiciones están silentemente motivando.