Santo Domingo, RD.- El mundo tiene un problema con los partos por cesárea. Si en el año 2000 se produjeron 16 millones de alumbramientos mediante esta técnica, el 12% del total, en el 2015 la cifra ya se había duplicado: 29,7 millones de cesáreas, el 21% total, es decir, a dos de cada diez embarazadas en el mundo se les practicó una histerotomía en el momento de dar a luz.

¿Cuál es el problema? Que la Organización Mundial de la Salud recomienda desde 1985 que la tasa ideal de cesáreas debe situarse entre el 10% y el 15%, un baremo que incluso planea revisar próximamente a la baja.

La cesárea, cuando está justificada desde el punto de vista médico, puede ser beneficiosa e incluso salvar la vida de la madre o el bebé si, por alguna razón, el feto está en una posición que dificulta el parto vaginal o surge cualquier complicación durante el alumbramiento.

Sin embargo, también ocurre que las cesáreas requieren de una recuperación de la madre más lenta y complicada, al igual que durante su realización el recién nacido queda expuesto en mayor medida a un gran número de variables (bacterias, hormonas…) que pueden influir en su desarrollo inmunológico. Aunque a largo plazo los efectos de esta exposición aún no han sido investigados en profundidad, a corto plazo puede traducirse en un riesgo de alergias más elevado o la presencia de bacterias en los intestinos.

A pesar de ello, la proporción de partos por cesárea no ha parado de aumentar en los últimos años, especialmente en América Latina, aunque se trata de una dinámica que afecta a todos los países del mundo, también los más pobres. Las causas que pueden estar detrás de este crecimiento son la escasez de matronas, la falta de confianza por parte de los médicos para asistir un parto vaginal o incluso incentivos económicos en el caso de los centros de salud que trabajan con partos planeados con una fecha fija, sobre todo en los privados.

A nivel global, República Dominicana es el país que más abusa de esta práctica, con hasta el 58% de todos los partos, según reflejan los datos de la propia Organización Mundial de la Salud de 2017. Le siguen Chipre, Brasil, Chile y Ecuador, donde en todos los casos la histerotomía se aplica en más de la mitad de los alumbramientos.

En Brasil, por ejemplo, esta dinámica queda explicada por el hecho de que, ante las largas listas de espera del sistema de salud pública, a las mujeres embarazadas que no se pueden permitir pagar un seguro privado se les ofrece un parto por cesárea planeado para poder avanzar con más rapidez en la cola y asegurarse de que van a ser atendidas. Fuente: https://elordenmundial.com/mapas/abuso-partos-por-cesarea-mundo/