Moscú,  (Prensa Latina) El presidente ruso, Vladimir Putin, expresó hoy la disposición de su país a un diálogo con Occidente, sin que ello sea a costa de los intereses nacionales, y rechazó las imposiciones de sanciones políticamente motivadas.

Tras reunirse en Sochi con su similar austriaco, Alexander Van der Bellen, Putin afirmó que Rusia estaba dispuesta a ser flexible, a asumir compromisos, a buscar soluciones para cualquier problema complicado con Occidente, sobre todo, con Estados Unidos.

Pero ello nunca debe lograrse a costa de nuestros intereses nacionales fundamentales, advirtió el mandatario, quien afirmó que, pese a las sanciones de Occidente, el intercambio comercial con Austria y otros países europeos, aumenta.

El crecimiento se observa, incluso con Estados Unidos, declaró el presidente, quien se mostró dispuesto a reunirse con su similar norteamericano, Donald Trump, en Japón, si éste lo desea.

La administración estadounidense se refirió a una posible reunión de Putin y Trump en junio próximo, en el marco de la cumbre del Grupo de los 20, a efectuarse en la ciudad de Osaka.

Tenemos interés en buscar soluciones para conflictos regionales como el caso de Afganistán, Siria y muchos otros, comentó el mandatario.

Respecto al Plan General de Acción Global (PGAG), firmado por Irán en 2017, con Reino Unido, Francia, China, Estados Unidos, Rusia y Alemania, Putin estimó que fueron Washington y Teherán los principales gestores de esa avenencia.

Sin embargo, la Casa Blanca abandonó ese pacto hace un año, pese a que, afirmó el jefe de Estado, Irán se convirtió en el país más comprobado y transparente en materia nuclear del mundo.

Washington abandona el PGAG, éste se desmorona, los europeos no pueden hacer nada, pero tan pronto Teherán aplica medidas de respuesta todos olvidan que el iniciador de la crisis fue Estados Unidos y toda la culpa recae sobre el país persa, indicó Putin.

Al respecto, el presidente austriaco expresó preocupación por el hecho de que Washington no solo decidió abandonar el PGAG y retomar las sanciones unilaterales contra Irán, sino que anunció castigos contra las empresas que comercien con Teherán.