Nueva York, EEUU.- Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) informaron la lamentable noticia de que el estado de Nueva York ya superó la barrera de los 60,000 fallecidos por el COVID-19. En este momento los números sitúan en 60,253 los fallecidos en todo el estado.

El Departamento de Salud del estado solo había informado sobre 47,492 muertes. Pero ahora, con los números más precisos emitidos por el gobierno federal, se descubre que lamentablemente los fallecidos han sido más.

En medio del brote de casos que ha representado la variante Ómicron, se le recuerda a la ciudadanía que cerca de un millón de norteamericanos han perdido ya la vida por esta terrible enfermedad. La buena noticia es que la tasa de mortalidad en todo el estado se mantiene baja y solo se han reportado más de 160 casos de gravedad por día, como lo fue al principio de la pandemia debido a las fuertes campañas de vacunación que ha tenido el estado.

Sin embargo, el aumento de la variante del virus podría hacer colapsar los hospitales de un momento a otro. Hay que recalcar que en todo lo que se lleva de pandemia, pocos estados han logrado contratar nuevo personal médico como doctores y enfermeras. En muchos casos los empleados del sector salud han tenido que trabajar durante más de 14 horas debido a la falta de personal. Mientras más se extiende la pandemia, el personal médico tendrá que ser reforzado.

La alta transmisión de la Ómicron es motivo de preocupación, y dicen los expertos que se debe de tomar en serio. Muchas personas le dieron más relevancia a la variante Delta, que lo que le están prestando atención a esta nueva variante y lo cierto es que, aunque es menos letal, es más peligrosa por su alto nivel de contagio.