Con su muerte se cierra un capítulo en la historia de la industria de la belleza,
Murió Leonard Lauder, pionero de la industria cosmética y figura central de The Estée Lauder Companies

NUEVA YORK.- Leonard A. Lauder, presidente emérito de The Estée Lauder Companies e hijo mayor de los fundadores Estée y Joseph H. Lauder, murió este sábado a los 92 años, acompañado por su familia. Con su muerte se cierra un capítulo en la historia de la industria de la belleza, en la que desempeñó un papel central durante más de seis décadas.
Su hijo, William P. Lauder, actual presidente del consejo de administración, lo describió como un hombre profundamente generoso, convencido de que la educación, el arte y la salud eran bienes públicos que debían estar al alcance de todos. “Fue el más caritativo de los hombres”, dijo en un comunicado. “Su legado se mide no solo en cifras empresariales, sino en el número de vidas que ayudó a transformar”.
En el campo de las artes, su contribución fue igualmente significativa. En 2013, anunció la donación de su colección de 78 obras cubistas al Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, la mayor contribución filantrópica en la historia de la institución. La donación incluyó obras de Picasso, Braque, Gris y Léger. Esta entrega fue acompañada por la creación del Leonard A. Lauder Research Center for Modern Art en el Met. También desempeñó funciones de liderazgo en el Museo Whitney de Arte Americano, donde fue presidente emérito y fideicomisario durante más de tres décadas.
Durante la pandemia de COVID-19, Lauder promovió la creación del fondo ELC Cares para apoyar a empleados afectados por la crisis sanitaria. También estableció, con una donación de 125 millones de dólares a la Universidad de Pensilvania, un programa de formación gratuita para enfermeros especializados en atención primaria comunitaria, respondiendo a la escasez de profesionales en comunidades vulnerables.
En el terreno educativo, fue miembro fundador del Instituto Joseph H. Lauder de Gestión y Estudios Internacionales de la Universidad de Pensilvania y fideicomisario emérito de la misma universidad. Su impulso constante a la educación se tradujo en apoyos concretos a escuelas y universidades tanto públicas como privadas.
Lauder también tuvo una vida pública activa. Fue miembro del Consejo de Relaciones Exteriores y participó en el Comité Asesor para Negociaciones Comerciales durante la administración de Ronald Reagan. Fue reconocido con múltiples distinciones a lo largo de su vida, entre ellas la Légion d’Honneur del gobierno francés, el Lone Sailor Award de la Marina estadounidense y el Premio Carnegie de Filantropía otorgado a toda la familia Lauder en 2011.
En 2020 publicó sus memorias, The Company I Keep: My Life in Beauty, donde relató su visión empresarial y sus principios personales. Para muchos, fue un “director de enseñanza” informal dentro de la compañía, mentor de generaciones de ejecutivos, y defensor de una cultura organizacional basada en la gratitud, la inclusión y la dignidad humana.
Leonard Lauder fue viudo de Evelyn Lauder desde 2011 y, en 2015, contrajo matrimonio con Judy Glickman Lauder, fotógrafa y filántropa. Le sobreviven sus hijos William y Gary, cinco nietos, dos bisnietos, su hermano Ronald S. Lauder y un amplio círculo familiar.
El funeral será privado. La familia ha solicitado que, en lugar de flores, se realicen donaciones a la Breast Cancer Research Foundation o a la Alzheimer’s Drug Discovery Foundation.
La muerte de Leonard Lauder marca el final de una era en la industria de la belleza, pero también deja una herencia amplia y duradera, cimentada en la innovación, la filantropía y una concepción humanista del liderazgo empresarial.