Candy, quien fue traficada a Estados Unidos y adoptada por una familia en Florida, cuenta que siempre sintió que algo le faltaba.
En un abrazo: así se resumió el encuentro de madre dominicana con hija que le robaron hace 42 años
Nueva York.- Un abrazo, entre lágrimas incontenibles y el anhelo de recuperar las memorias de una vida perdida, marcó el final de una larga búsqueda y el comienzo de una nueva etapa. Este es el caso de Luz Núñez, una mujer originaria de la República Dominicana, quien pudo reencontrarse con su hija, Candy De Jesús Núñez, 42 años después de que esta fuera robada al nacer en un hospital del país caribeño.
El encuentro se produjo en Far Rockaway, Nueva York, donde Luz se había mudado hace 30 años con la esperanza de encontrar a su hija. Fue posible gracias a una prueba de ADN que Candy se realizó, la cual coincidió con la de un sobrino que también se había sometido a la prueba.
«Siempre (estuve) pidiéndole a Dios para que llegara un momento de saber de ella… yo no pensaba que ese momento me iba a llegar a mí», dijo Luz ante las cámaras de Univisión Noticias.
Por su parte, Robert Ramírez, sobrino de Luz, comentó: «Cuando ella me mandó sus documentos, dije, ella definitivamente es nuestra familia».
En tanto, Candy, quien fue traficada a Estados Unidos y adoptada por una familia en Florida, cuenta que siempre sintió que algo le faltaba.
«Siempre me hacía falta una pieza de mi corazón y cuando cumplí 32 mi otra madre encontró mi acta de nacimiento… el hecho de que ella me amó y nunca se rindió y ahora estoy aquí”, manifestó en inglés Candy.
Feliz reencuentro, pero con tristes ausencias
El diario internacional reseña que la reunión también estuvo marcada por la ausencia de otra hija de Luz, quien fue asesinada en febrero de este año, añadiendo una capa adicional de emoción al reencuentro.
Candy llegó a Far Rockaway desde Orlando con sus propias hijas, completando así un círculo familiar que había estado incompleto por décadas. Al momento del encuentro, Candy expresó: «Wow, en verdad está pasando.»
Agrega que la familia ahora se enfoca en recuperar el tiempo perdido, compartiendo comidas y momentos juntos.
Sin embargo, la historia no termina aquí, ya que aún falta encontrar a otro hermano perdido, lo que mantiene viva la esperanza de más reencuentros en el futuro.