Puerto Príncipe, Haiti.  (Prensa Latina) El Gobierno haitiano negó un próximo anuncio de alza en los precios del combustible, y aseguró que continúan las reflexiones para abordar el tema del subsidio a los productos petroleros.

'No habrá ninguna nota o mensaje del primer ministro sobre el tema del combustible después de la conferencia del martes 17 de septiembre de 2019', dijo en un tuit el Ministerio de Comunicación y Cultura, luego que varios sindicalistas criticaran un posible incremento de los carburantes.

El secretario de Estado, Eddy Jackson Alexis, explicó al diario Le Nouvelliste, que por el momento los funcionarios están reflexionando sobre este tema, y 'cuando tomemos la decisión se informará al público'.

'Hago un llamamiento a la población para que se calme', concluyó.

El pasado martes, en la segunda jornada de parálisis por las protestas contra la escasez del combustible, el primer ministro interino, Jean Maichel Lapin anunció un 'ajuste' a los pecios del diésel, mientras aseveró que son los más bajos de la región.

De acuerdo con el jefe de Gobierno, el subsidio a este tipo de carburantes favorece principalmente a las personas con mayores recursos, y el Estado no puede continuar con este apoyo.

El ajuste, permitiría al Gobierno saldar el 80 por ciento de la deuda que mantiene con las compañías petroleras, aunque no dio una fecha concreta.

Lapin además confirmó el arribo de unos 140 mil barriles de gasolina y 155 mil de diésel que deben estar disponibles desde este jueves en las gasolineras National, Total, Go y Sol.

Para mañana viernes deben llegar 40 mil barriles de diésel y 20 mil de gasolina y el 28 de septiembre otro envío de 35 mil barriles de gasóleo y 25 mil de gasolina, precisó el primer ministro interino.

A inicios de semana, la fuerte penuria de los combustibles que aqueja al país desde finales de agosto, llevó a cientos de manifestantes a las calles de la capital y otras urbes, donde instalaron barricadas de neumáticos y bloquearon el acceso de arterias principales y secundarias.

Las protestas también ralentizaron las actividades económicas, y muchas escuelas e instituciones públicas cerraron sus puertas, mientras la transportación colectiva fue casi inexistente.

La oposición anunció otra jornada de protestas, que, aseguran, pretende fortalecer el movimiento espontáneo que llevó a las calles a los ciudadanos el lunes y martes pasados, con un saldo de un fallecido y varios heridos.