Se desempeñó con éxito en radio y televisión, sobre todo en programas como "El Show del Mediodía"
A 10 años de la muerte de Yaqui Núñez del Risco, el día que enmudeció la palabra
Santo Domingo RD.- En momentos que la sociedad dominicana ha sido arropada por una comunicación trivial e insulsa, a una década de su partida, el tiempo nos arroja a la cara la ausencia y el vacío, difícil de ocupar, de Yaqui Núñez del Risco, maestro del buen hablar e ilustre de la televisión dominicana, fallecido hace diez años.
Pasaban 20 minutos de las 3.00 de la tarde del 8 de septiembre del 2014 cuando enmudecía la palabra. Pedro Julio Núñez del Risco (Yaqui) falleció a los 75 años de edad, luego de permanecer varios días ingresado en el Centro de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat).
El afamado comunicador llevaba seis años padeciendo las secuelas de un accidente cerebro vascular, que sufrió la noche del 1 de diciembre del 2008, el que le apagó la voz y le limitó sus habilidades motoras.
Yaqui Núñez era la cultura andante, el maestro de la palabra, con una sapiencia y un conocimiento que solo unos pocos pueden exhibir.
Sus apariciones en “El Show del Mediodía” (Color Visión), espació que gozó con su presencia y esplendor de uno de las mejores época su historia, lo hizo convertirse en uno de los dominicanos más amados y respetados del país.
Superior en su perfecta dicción e improvisación oportuna en momentos inesperados, en vivo en la televisión. “Improviso las palabras, pero nunca las ideas”, era una de sus famosas frases.
“Me vacuné contra la calumnia cuando entendí que era el precio a pagar por ser distinto y triunfador. Cuando me dicen que alguien acabó conmigo a mis espaldas, no pido, ni permito que se me diga lo que se dijo. De vivir y sobrevivir aprendí que el ignorante es atrevido, que el mediocre es irrespetuoso, y el derrotado del triunfo ajeno dispara a matar reputación”, una reflexión que lo definió y aplicó en contra de “los francotiradores de la envidia”.
Siempre tuvo la disposición de la formación de nuevos comunicadores en la televisión, dando su tiempo y esfuerzo para ayudar a los más jóvenes a corregir errores y vicios comunes a los inicios en el oficio.
Un consejo que nunca apartó de su boca fue el exhortar a usar el diccionario y aprender cada día una nueva palabra, para así enriquecer el vocabulario. Fue una práctica que asumió siempre hasta que la enfermedad lo apartó del aprendizaje.
SU COLUMNA EN LISTÍN DIARIO
Sus últimas expresiones y preocupaciones quedaron impresas en las páginas del LISTÍN DIARIO, en donde de lunes a viernes escribía su columna “Hola Nuevo Día”.
Aquí escribió de una diversidad de temas y experiencias cotidianas y personales. La titulada “A pesar de todo” dejó su inquietud sobre la grosería y chabacanería que observaba en la música y medios de comunicación.
Su reflexión en ese escrito: “En diversas tertulias se plantea el tema de si con la libertad, la permisividad, la vulgaridad, la impunidad de la corrupción, las malas palabras en la radio, la TV o la música, el mundo está perdido y sin salvación. Si es verdad que, como dicen ciertos fanáticos religiosos, se acerca el fin del mundo. En torno a eso, pienso que las cosas no son como son sino como cada quien las percibe y esa percepción varía de generación en generación. Los adultos de hoy que, aunque científicamente podemos vivir más años, somos menos que los jóvenes, nos sentimos derrotados por la vigencia del delito, el vicio y el mal gusto: la corrupción, la prostitución, la drogadicción, la vulgarización y la difamación hasta llegar al merengue sin ton ni son y al perreo del reguetón. Porque nunca llegamos tan lejos y tan bajo los adultos de hoy que fuimos el escándalo y la alarma de los padres de ayer con el rock y la insurrección, el motel y el libre amor”.
Una experiencia personal en la que tituló “Del desastre a la hecatombe”, escribió: “-Abuelo, ya recibí la laptop que me regalaste en mis 15, gracias, te prometo que la usaré más para aumentar mis conocimientos. -Hice contigo lo que con tu padre y tus tíos y tías, o sea mis hijos e hijas: invertir lo que pude para darles las mejores oportunidades de poseer el más valioso de los capitales: el conocimiento. Eso hizo mi padre conmigo. Si él no hubiera invertido en mí y yo no hubiese aprendido a aprender cada día, mi vida quizá hoy fuera una debacle...”.
PROGRAMAS
Su último programa fue en la radio “Salud, Dinero y Amor”, por CDN Radio, el que conducía junto a su esposa Susana Silfa.
En la televisión estuvo al frente de las producciones “Otra vez con Yaqui", en este espacio contó con un excelente staff de guionistas entre ellos Milagros Ortiz Bosch.
“El Tiempo pasa”, “Comida y Comidilla”, “Global y local”, “La Alegría del país”, “Enhorabuena” y el programa infantil “Chiqui Show”.
En sus inicios junto a Ramón Puello Báez condujo “Nosotros”; Con Rafael Solano “Letra y Música”. “Nosotros a las ocho” en donde surge la pareja irrepetible de Yaqui Núñez del Risco y Freddy Beras Goico.
FACETA DE COMPOSITOR
Su primera composición fue “Sagrario, sucede a veces”, dedicada a la estudiante y mártir universitaria Sagrario Ercira Díaz; “Paloma” y “Compañera”, interpretadas por Fernando Villalona.
Por igual, “Pensándolo bien”, canta Rafael Solano; “Lo ajeno se deja quieto” para Wilfrido Vargas y para Milly Quezada “Eso no va mi querido”. Apadrinó la carrera artística de Glenis Díaz y Gotas de Ámbar