Santo Domingo, RD  (PL) La medicina cubana y sus especialistas tienen el reconocimiento del mundo y se valora al nivel de los países desarrollados, expresó el presidente de la Unión Dominicana de Periodistas por la Paz, Juan Pablo Acosta.

Entrevistado la víspera por Prensa Latina, el también vicepresidente del Consejo Mundial por la Paz, rechazó las campañas lanzadas por algunos contra los galenos de la isla, cuando ellos 'forman parte de la esencia filosófica de la Revolución cubana, que es la colaboración'.

A propósito del cese de la participación de los especialistas cubanos en el programa Más Médicos, tras las declaraciones del presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, Acosta expresó que los fascistas como él tienen miedo a la cooperación de Cuba porque se extiende en la gente el valor de la solidaridad entre los pueblos y lo aprenden.

La posición del gobierno cubano de retirar a su gente de Brasil fue correcta, agregó, no se puede correr riesgos con un personal que de forma altruista trabaja en los lugares más recónditos de esa nación suramericana con la misión de salvar vidas.

'Si Bolsonaro que es un fascista, no entiende esto, los cubanos no pueden mantener a sus médicos en ese territorio'.

La campaña orquestada, puntualizó, no es más que la mediocridad de un gobierno el cual teme ser enfrentado por todos los países honestos del planeta porque nadie en pleno siglo XXI puede apoyar a un gobierno fascista a menos también lo sean.

Finamente, el presidente de la Unión Dominicana de Periodistas por la Paz manifestó que a él y a su organización le constan la calidad del servicio de salud cubano pues varios de sus miembros fueron enviados a ese país para tratarse y en sus hospitales hicieron milagros.

Cuba anunció el pasado 14 de noviembre la decisión de no seguir participando en el programa Más Médicos.

Bolsonaro, quien asumirá el cargo el 1 de enero, adelantó su intención de obligar a los galenos cubanos a revalidar el título y a la contratación individual, ignorando los acuerdos que en 2013 hicieron posible el comienzo de la iniciativa impulsada por la entonces jefa de Estado, Dilma Rousseff.

En los cinco años de vigencia del programa, cerca de 20 mil galenos de la isla atendieron a unos 113 millones de brasileños, muchos de ellos nunca antes beneficiados por la asistencia primaria en favelas, distritos indígenas y la Amazonía.