Prevén continuar el diálogo mañana miércoles.
Presidentes de las dos Coreas concluyen primera ronda de consultas
Pyongyang, 18 septiembre (PL) La primera ronda de la cumbre de Pyongyang cuyo objetivo es implementar la declaración de Panmunjom para la paz, la prosperidad y la reunificación de la península de Corea, concluyó hoy.
Los presidentes de la República Popular Democrática de Corea (RPDC) y de la República de Corea, Kim Jong-un, y Moon Jae-in, respectivamente, prevén continuar el diálogo mañana miércoles.
Tras la segunda ronda en la de del Comité Central del Partido del Trabajo, se prevé que los gobernantes hagan una declaración conjunta acerca de los avances de esta tercera cumbre intercoreana.
Kim Jong-un estuvo acompañado por Kim Yong-chol, jefe de inteligencia, y Kim Yo-jong, directora del Departamento de Propaganda y Agitación del Partido del Trabajo de Corea.
Por su parte Moon, por su jefe de inteligencia, Suh Hoon, y el director de la Oficina de Seguridad Nacional, Chung Eui-yong.
Ambos líderes se entrevistaron en dos ocasiones este año, el 27 de abril y el 26 de mayo.
En la cita de este martes, los jefes de Estado debatieron acerca de la desnuclearización de la península coreana y la posibilidad de reanudar el diálogo entre Estados Unidos y la RPDC.
El pasado 27 de abril, Kim y Moon adoptaron la Declaración de Panmunjom, la cual busca alcanzar la desnuclearización de la península de Corea, poner fin a las acciones hostiles y reanudar las reuniones de las familias separadas por la guerra (1950-1953)
Además, mejorar las relaciones bilaterales, incluida la apertura de una oficina de enlace conjunta en la ciudad fronteriza de Kaesong.
Hasta el momento, ya las familias comenzaron a reencontrarse después de décadas de separación y la oficina conjunta abrió oficialmente el pasado viernes con el fin de ayudar a promover el intercambio y los contactos transfronterizos.
Tras la participación de una amplia delegación norcoreana en los Juegos Olímpicos de Invierno celebrados en febrero pasado en Corea del Sur, la fría relación entre Seúl y Pyongyang tomó un nuevo rumbo hacia un escenario de distensión.