Santo Domingo RD . - Este domingo termina la competencia más dura en Nuestra Belleza Latina, con la que Univision este año buscó romper con los modelos estéticos de la televisión al incluir candidatas de todas las edades, cuerpos y origen étnico.

Aunque a simple vista no parecen haber logrado diversificar demasiado al final, pues las tres candidatas son jóvenes y hermosas, en entrevista con El Nuevo Herald las tres aseguraron que ninguna de ellas habría llegado a esta etapa en una competencia tradicional.

“Mi contextura siempre ha sido un problema”, aseguró la venezolana Migbelis Castellanos, Miss Venezuela 2013, quien recibió acoso en las redes sociales por su peso y, según ella, hasta del ex presidente de la organización Osmel Sousa.

Por su parte, la periodista hondureña Yaritza Owen agregó que “de haber tenido la competencia en traje de baño yo habría salido de inmediato. Mi barriga está llena de estrías”.

La dominicana Ceylín Rosario, la tercera finalista, afirma que “me faltarían curvas”, en para concurso de belleza. “También cabello”, dijo entre risas al contar que prácticamente se rapó la cabeza antes de mudarse a la casa en Miami donde vivieron las concursantes durante la competencia.

Los productores siempre dijeron que le darían al público la última palabra en cuanto a la ganadora y tal parece que la audiencia hispana no está lista para respaldar caras poco tradicionales o cuerpos diferentes a los de las acostumbradas misses.

Para el programa final, que contará con la participación de Big Bunny, Pitbull, Cristian Nodal y Cristan Castro, las chicas presentarán un show mostrando sus “mejores talentos”, aunque declinaron dar detalles.

Lo que sí contaron es que se levantarán a las 5 am para comenzar con los preparativos, terminar de empacar y “tener el tiempo para hacerlo todo lo mejor posible”, dijo Castellanos.

Siguiendo con la tradición, las tres chicas subrayaron que se sienten ganadoras, pero no solo por lo que han repetido las misses año tras año, sino por lo que han aprendido sobre sí mismas.

“Yo me di cuenta que no me tengo que esconder por las críticas”, indicó la venezolana. Para Owens la lección es que “una es la que limita sus opciones”, mientras que Rosario descubrió “las ventajas de liberarse, de sentir que tienes que ser como los otros creen”.