En la actualidad, están comenzando a desarrollarse las implicaciones de crecer con este sistema distinto de internet.
En China, una generación crece sin Google, Facebook ni Twitter
Peking, China . - Una generación de chinos está alcanzando la mayoría de edad con un internet que es particularmente distinto del resto de la red. A lo largo de la última década, China ha bloqueado Google, Facebook, Instagram y Twitter, así como miles de sitios web extranjeros, entre ellos The New York Times y la Wikipedia china. Una plétora de sitios chinos surgió para servir las mismas funciones, aunque cargada de una fuerte dosis de censura.
En la actualidad, están comenzando a desarrollarse las implicaciones de crecer con este sistema distinto de internet. Mucha gente joven de China casi no tiene idea de qué son Google, Twitter o Facebook, lo cual crea una brecha con el resto del mundo. Además, como están acostumbrados a las aplicaciones y los servicios en línea de producción local, muchos parecen no estar interesados en conocer qué les han censurado en línea, lo cual permite que Pekín construya un sistema de valores alternativo que compite con la democracia liberal de Occidente.
Estas tendencias están listas para propagarse. En este momento, China está exportando su modelo de internet censurado a otros países, como Vietnam, Tanzania y Etiopía.
Estos resultados son lo opuesto de lo que muchas personas en Occidente anticiparon que iba a ser el efecto del internet. En un discurso del año 2000, el presidente Bill Clinton arguyó que el crecimiento del internet haría que China fuera una sociedad más abierta, como la estadounidense. “En el nuevo siglo, la libertad se esparcirá por medio de los teléfonos celulares y los módems de cable”, comentó.
Una generación de chinos está alcanzando la mayoría de edad con un internet que es particularmente distinto del resto de la red. A lo largo de la última década, China ha bloqueado Google, Facebook, Instagram y Twitter, así como miles de sitios web extranjeros, entre ellos The New York Times y la Wikipedia china.
Para los gigantes de internet estadounidenses y de otros países de Occidente, la esperanza de obtener un pedazo del mercado chino cada vez está más cerca de ser una quimera. El Partido Comunista de China ha demostrado con claridad que bajo el mandato del presidente Xi Jinping andará un camino de control ideológico más estricto. En la primera mitad de este año, el regulador de internet del país asiático, la Administración del Ciberespacio de China, señaló que había eliminado o le había revocado las licencias a más de 3000 sitios web.
Sin embargo, los gigantes estadounidenses del internet siguen haciendo el intento. Google ha trabajado en un buscador censurado para los usuarios de teléfonos inteligentes de China en caso de que el gobierno le permita entrar. Y el mes pasado, Facebook había obtenido la aprobación para abrir una filial en la provincia de Zhejiang, ubicada al este de China… pero le cancelaron rápidamente el permiso.
Aunque las aplicaciones y los sitios de Occidente llegaran a China, podrían enfrentarse a la apatía de los jóvenes.
Después de haber realizado una encuesta durante dieciocho meses, este año, dos economistas de la Universidad Peking y de la Universidad de Stanford concluyeron que los universitarios chinos eran indiferentes al acceso a la información sin censura y políticamente delicada. En dos universidades de Pekín, mil estudiantes recibieron herramientas gratuitas para evitar la censura, pero casi la mitad no las utilizó. Entre los que lo hicieron, casi ninguno invirtió tiempo en la búsqueda de sitios extranjeros de noticias que estuvieran bloqueados.
“Nuestros hallazgos sugieren que la censura en China es eficaz no solo porque el régimen dificulta el acceso a la información delicada, sino también porque promueve un entorno en el cual los ciudadanos no demandan ese tipo de información en primer lugar”, escribieron los académicos.
Zhang Yeqiong, una representante de servicio al cliente de 23 años que trabaja para una empresa de comercio electrónico en Xinji, una pequeña ciudad ubicada a unas pocas horas en auto de Pekín, hizo eco respecto de ese sentimiento. “Crecí con Baidu, así que estoy acostumbrada”, comentó.
Esa actitud es distinta incluso de aquellas personas que nacieron en China en la década de 1980. Hace poco más de una década, cuando esa generación estaba a punto de alcanzar la mayoría de edad, algunos eran rebeldes. Uno de los más famosos era Han Han, un bloguero que cuestionaba el sistema político y los valores tradicionales de China. Han vendió millones de copias de libros y tiene más de 40 millones de seguidores en Weibo, el equivalente chino de Twitter.
Ahora, ya no hay chinos como Han que sean adolescentes o estén en sus veinte. El mismo Han, de 35 años, ya no es quien solía ser. Publica principalmente sobre sus negocios en Weibo, entre los cuales se encuentran hacer películas y correr autos.
Muchos jóvenes en China prefieren aplicaciones y servicios de consumo como Baidu, el servicio de redes sociales WeChat y la plataforma de videos cortos Tik Tok. Es frecuente que declamen sobre consumismo y nacionalismo.
En marzo, cuando Tencent, el gigante de las redes sociales, realizó una encuesta a más de 10,000 usuarios que habían nacido en el año 2000 o después, casi ocho de cada diez encuestados consideraron que China estaba en el mejor momento de su historia o se estaba convirtiendo en un mejor país a diario. Un porcentaje similar mencionó que se sentía muy optimista o bastante optimista sobre su futuro propio.
Wen Shengjian, de 14 años, quiere ser rapero y sus ídolos son Drake y Kanye West. Shengjian, cuya familia se mudó en julio de Pekín a Dongying, un pueblo petrolero ubicado en la provincia oriental de Shandong, comentó que se había percatado de que los raperos estadounidenses alzaban mucho la voz para denunciar problemas sociales y que algunos incluso criticaban al presidente en su música.
Eso no funcionaría en China, opinó, porque es un país en vías de desarrollo y necesita estabilidad social. El Partido Comunista se ha asegurado de que los medios del Estado y los libros de texto de las escuelas repitan esa línea todo el tiempo.
Shengjian, a quien le gusta el básquetbol, dijo que conocía los nombres de Google, Facebook, Instagram y Twitter. Comentó que un amigo de su padre le había dicho que esos sitios web estaban bloqueados porque algunos de sus contenidos “no eran apropiados para el desarrollo del socialismo con características chinas”.
“No los necesito”, concluyó.
Zhang Yeqiong, una representante de servicio al cliente de 23 años que trabaja para una empresa de comercio electrónico en Xinji, una pequeña ciudad ubicada a unas pocas horas en auto de Pekín, hizo eco respecto de ese sentimiento. “Crecí con Baidu, así que estoy acostumbrada”, comentó.