Buenos Aires, RGENTINA.- Ushuaia, situada en Argentina, es la ciudad que indica el final del continente americano en su punto extremo sur, y conjuntamente es capital del distrito de Tierra de Fuego, Atlántico Sur y Antártida.

La ciudad se instituyó el 12 de octubre de 1884 como hito para destacar el territorio y el señorío de Argentina, por lo que su origen es meramente estratégico. Es, además, la única ciudad argentina colocada en el lado occidental de los Andes.

Es tenida como la ciudad del ‘fin del mundo’ porque ahí la tierra se termina, no hay más al sur, a unos 1000 km ya se halla la Antártida. Tiene una de las temperaturas más bajas, estando su temperatura media anual a 5,7° C.

Por su lugar, es un punto de viva actividad marítima. Está llena de atractivos, destacando el Museo Marítimo de la ciudad que anteriormente era penitenciaría y cárcel de reincidentes de Ushuaia. Este sitio surgió a inicios del s. XX como una manera de desarrollar un lugar donde nadie ambicionaba vivir. El presidio disponía de la línea de ferrocarril más austral del planeta, que actualmente es el ‘tren del Fin del Mundo’, atrayente turístico en el Parque Nacional Tierra de Fuego.

El Parque Nacional Tierra de Fuego es una muestra del encanto natural de Ushuaia. Situado a unos 12 km de la ciudad, tiene diversos senderos que lo transitan de un lado a otro. Merece la pena visitar también la Bahía Lapataia, sitiada por bosques magallánicos, para gozar de sus caminos y su resbaladiza fauna.

Otros llamativos naturales son la laguna Esmeralda que resalta por su intenso color, donde las cimas nevadas se reflejan en ella como si fuese un espejo y el glaciar Martial, un pequeñito cubo de hielo si lo contrastamos con el también argentino glaciar Perito Moreno, pero muy aconsejable también por las vistas que se consiguen desde arriba de la urbe y de todo el canal Beagle.

Llegar hasta Ushuaia por tierra significa recorrer la enorme Patagonia argentina, donde las vías de tierra y las llanuras parecen no gozar de fin, para inmediatamente cruzar el Estrecho de Magallanes y empalmar la América continental con el archipiélago de Tierra de Fuego. Aunque eso sí, si lo pretendes hacer rápido, nada como escoger volar directamente hasta este atractivo sitio desde Buenos Aires.

El tiempo de vuelo es de aproximadamente de 3 horas y media. La asiduidad varía de acuerdo con las temporadas, aunque normalmente hay como mínimo un vuelo diario.