El escenario a conquistar está allí dentro, donde todos los que hemos hecho vida universitaria uasdiana por algún tiempo nos conocemos, y sabemos cómo es que se bate el cobre a lo interno de esa institución.
De ordinario, los candidatos a cargos electivos dentro de aquel tan cuestionado entorno académico estudiantil masificado, y cuyas características más destacadas son: la politiquería, el tráfico de influencias, y los grupismos extremos, recurren en busca de apoyo a sus aspiraciones, se puede inferir, actuando siempre en el marco de las campañas electorales que llevan a efecto.
Evidentemente, consiguen espacios para exponer sus planteamientos, y procuran venderse desde allí como los mejores optantes para las posiciones de que se trate dentro de la entidad, hablándoles a quienes muy poco conocen, sobre “las intríngulis” lacerantes presentes en la misma
Ahora, cualquier pensante medio que desde fuera observe se preguntaría, para qué se tiene que estar haciendo proselitismos de ese tipo a nivel de la televisión local, radio, y periódicos, incluso a través de las redes sociales, cuando el verdadero electorado a convencer en realidad se encuentra concentrado a lo interno de aquel recinto académico, y los centros pertenecientes en el interior.
Con ése es que hay que enfrentarse cara a cara, para poder lograr lo que se aspira; pues, vale reiterar que allí “sí que todos nos conocemos”; y, que las promesas de cambio que se puedan proponer lucen más que difíciles de honrar, dados los males de fondo que se tienen, por más verborreas que se trate de utilizar, mientras se continúe con las mismas normas de estilo, para candidatearse y gerenciar después.
La crisis actual por la que atraviesa la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), con base en las concepciones de los viejos tiempos: apertura total, y democratización extrema, como los respaldos políticos desde exterior de esa, para poder alcanzar posiciones electivas allí, ya no se corresponden con la innegable realidad social del país en los diferentes órdenes. ¡Hay un gran desface obvio!
De ahí que, las mejoras que desde hace tiempo viene demandando la UASD, en términos administrativos y académicos propiamente, ninguna autoridad nueva, sin el concurso de todos los conglomerados que allí interactúan las va a lograr, por lo que las promesas aisladas se traducen en meras retoricas, como también las demagogias acostumbradas.
Por ello, los que están pretendiendo dirigir los destinos uasdianos a partir del próximo año - rector magnífico, vicerrectores, decanos, y directores departamentales - nada tienen que buscar a nivel de los medios locales de comunicación en tal sentido. ¡La siembra es dentro para recoger más tarde!
Los pleitos electivos, es a lo interno de la academia que se tienen que echar; convencer, conquistar, y mover los ánimos de colaboración en los votantes, al tiempo que les favorezcan con los votos necesarios, y puedan alcanzarse los propósitos planteados.
Autor: Rolando Fernández
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