Santo Domingo, RD.-  El Gran Santo Domingo mantiene en el tiempo temas neurálgicos como la gestión y disposición final de los residuos sólidos, el caos en el tránsito, la ocupación de los espacios públicos, la debilidad institucional y las deficiencias en el mantenimiento de las obras públicas.

La afirmación la hace el urbanista Erick Dorrejo quien destaca que la planificación territorial es una asignatura que los ayuntamientos han reprobado y se evidencia con las consecuencias derivadas de la ausencia de este tipo de planificación.

A su juicio, es necesario fortalecer la capacidad de seguimiento y fiscalización de la ciudad, consolidando un departamento de supervisión para el control de la misma, que, dice, permitirá aumentar las recaudaciones locales y liberar la ciudad del desorden.

En segundo lugar, resaltó que es preciso habilitar un espacio permanente para la aprobación de permisos y gestión de proyectos catalizadores entre la alcaldía y el gobierno central, de manera que se pueda orientar la inversión pública de todo el Estado hacia las necesidades que se encuentran en cada territorio.

Recomendó fomentar una mejor relación entre el ayuntamiento (tanto la parte administrativa, como la parte normativa-regidores) y toda la sociedad.

“Hay que crear espacios de diálogo, conversación, debates, cabildos abiertos y foros. Tanto a nivel presencial como a través de plataformas virtuales para dar a conocer los procesos en los que se encuentra el ayuntamiento y al mismo tiempo recibir ideas de la ciudadanía. A través de esta iniciativa el alcalde se convierte en un catalizador de las iniciativas del pueblo”, sostuvo Dorrejo.