La convocatoria a huelga por 48 horas en San Francisco de Macorís puede tener toda la razón del mundo, bien pudieran sus convocantes estar imbuidos del mayor de los deseos de que puedan ser satisfechas demandas que tienen años en la faltriquera de los sueños de varias comunidades de esta laboriosa y luchadora provincia.

Puede ser de justicia el reclamo, pero nada justifica que, resultado de un metodo de violencia que históricamente ha sido superado, en la barahunda de los hechos se pierda una vida humana. Todos los reclamos, por justos que fueran, no compensan la pérdida de la vida de un ser humano.

Bladimir Lantigua Baldera, ultimado ayer supuestamente por una patrulla policial, dirigente del grupo convocante a las protestas en San Francisco de Macorís, el Frente Amplio de Lucha Popular, FALPO, viene de una familia laboriosa, tenaz, que haya sido segada su vida en plena juventud hiere, lastima el alma de la nación.

El hecho debe ser investigado hasta obtener en su resultado la verdad, y sometido a la acción de la justicia el o los responsables de tal desacato. En vez de insistir en la huelga, en honor a que los hechos sean esclarecidos, y en vez de propiciar mayores heridas en la población de esa provincia, debían sus convocantes hacer un alto, repensar el método, mirarse en el espejo de la lucha por el 4% y de la Marcha Verde para saber que existen otros caminos para demandar lo justo.

Detener la violencia y mantener un reclamo de justicia para Bladimir, sus familiares y que se cumplan con las exigencias de la población, debería ser hoy, el norte de los grupos convocantes y el espacio en el cual puedan repensar metodos que, de éxito en si, no han logrado hasta ahora, nada de lo que se reclama.

Salvador Sánchez

Director